El cuerpo de un hombre, con las muñecas atadas a la espalda, yace en una calle de Bucha, justo al noroeste de la capital, Kiev, el 2 de abril
Guerra Ucrania-Rusia Rusia pide convocar al Consejo de Seguridad por el «montaje» de las ejecuciones
El domingo las tropas rusas bombardearon edificios residenciales en ciudades del este y el sur de Ucrania, causando al menos 18 nuevas víctimas mortales y decenas de heridos entre la población civil
El reguero de civiles muertos que ha dejado la salida de las tropas rusas del entorno de Kiev ha suscitado la condena unánime del mundo libre, incluida la del secretario general de la ONU, António Guterres, y cada vez son más países los que apuestan por redoblar las sanciones económicas contra el país presidido por Vladímir Putin, al que numerosas voces piden investigar por crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Ante la reacción de Occidente y sus aliados, que tratarán de seguir presionando en todos los frentes a Rusia para que cese su invasión de Ucrania, el gigantesco país eslavo se quiere cubrir las espaldas y ha pedido que se convoque hoy mismo al Consejo de Seguridad de la ONU –cuya presidencia y capacidad de convocatoria ostenta este mes Reino Unido– para aclarar lo que ha sucedido en la ciudad cercana a Kiev de Bucha, donde se han registrado escenas de horror, con algunos civiles maniatados y ejecutados con disparos en la nuca.
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Ucrania experimenta el horror: la retirada rusa revela una carnicería de civiles
Según Rusia, todo se trata de un montaje y una «provocación», como aseguró ayer en Telegram el primer representante adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyansky, recogido por la agencia estatal Tass. «A la luz de la fragante provocación de los radicales ucranianos en Bucha, Rusia exigió que se convocara una reunión del Consejo de Seguridad para la tarde del lunes 4 de abril. Traeremos a los presuntos provocadores ucranianos y sus patrocinadores occidentales al 'agua limpia'», señaló el diplomático.
Ucrania denunció ayer que unos 300 civiles fueron enterrados en fosas comunes en esa ciudad, en la que tras la salida del Ejército ruso aparecieron decenas de cadáveres en las calles, como muestran las imágenes que han indignado a medio mundo. La fiscal general del Estado, Irina Venediktova, anunció que investigaría el asesinato de los 410 civiles cuyos cuerpos han aparecido estos días en Bucha y otras localidades cercanas a la capital del país.
La guerra del relato
La versión rusa de los hechos, sin embargo, denuncia que en varias de las filmaciones se puede apreciar cómo algunos de los cuerpos se movían para no ser atropellados por los tanques ucranianos y que incluso se puede ver en el retrovisor de un vehículo cómo un supuesto cadáver se levanta tras su paso. Algunas de estas escenas se han emitido en la televisión ucraniana Espreso, lo que daría cierta veracidad a parte del enfoque de Rusia.
El Ministerio de Defensa de Rusia aseveró que ningún residente sufrió acciones violentas durante la ocupación militar de esas zonas y que el material audiovisual se ha difundido cuatro días después de que los efectivos militares de su país abandonaran Bucha, cuyo alcalde en un principio no había reportado víctimas mortales. Este departamento añadió que Ucrania y Occidente ya habían manipulado en el pasado el bombardeo sobre un hospital materno-infantil en Mariúpol.
En una guerra contada al minuto en las redes sociales, la propaganda se emplea de manera masiva por los dos bandos. Recientemente, por ejemplo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, difundió un vídeo presuntamente grabado en las calles de Kiev, aunque realmente lo que había detrás era un croma.
Sin embargo, aunque quizás se haya podido magnificar y teatralizar por parte de las autoridades ucranianas, la carnicería de Bucha ha sido confirmada por numerosos periodistas sobre el terreno. Asimismo, la ONU ha podido acreditar que durante el transcurso de la invasión se han producido 1.417 bajas de civiles ucranianos, más de 120 de ellos niños, y reconoce que la cifra real podría ser mucho mayor.
Un nuevo mecanismo de investigación
Ucrania ha pedido a la Corte Penal Internacional que reúna pruebas de esos presuntos crímenes de guerra y Zelenski anunció anoche en un vídeo que había decidido crear «un mecanismo especial de justicia para investigar y procesar todos los delitos de los ocupantes», en el que participarían el Ministerio de Exteriores, la Fiscalía General del Estado, la Policía Nacional, el Servicio de Seguridad y el Servicio de Inteligencia.
Este nuevo órgano también tendrá que investigar los nuevos ataques sobre civiles que reportaron el domingo las autoridades ucranianas, principalmente en zonas del este y el sur del país: siete muertos y 34 heridos tras un bombardeo en un barrio residencial de Járkov; tres fallecidos y siete heridos en Degachi; seis víctimas mortales y un herido en Donetsk; un muerto y tres heridos en el bombardeo a un hospital en Rubishne; o un deceso y 14 lesionados por las bombas que cayeron sobre la ciudad de Mikolaiv.
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