Anne Hidalgo, líder del Partido Socialista y perdedora en las elecciones generales
Elecciones Francia
Anne Hidalgo y el fracaso del Partido Socialista en Francia
Su derrota siembra la duda sobre que pasará con el socialismo francés, de momento, casi arruinado
Jornada electoral vertiginosa para la alcaldesa de París. La líder del Partido Socialista francés, Anne Hidalgo, vio desplomarse su apoyo tras semanas de una campaña electoral centrada en la ecología y el feminismo. La suya en las urnas fue una «muerte anunciada»; quedó antepenúltima en la votación, sin llegar a rascar un 2 % del voto.
El malogrado resultado de Hidalgo, 1,75 %, supone el peor desenlace electoral del Partido Socialista, y abre la puerta a la incertidumbre: ¿Qué será del partido que tanto animó la política francesa en las dos últimas décadas? ¿El partido que colocó a François Hollande en el Elíseo, hace menos de diez años?
En primer lugar, la derrota del domingo debilita la ya precaria situación financiera del PS. Para costear los gastos de campaña, el partido «tomó prestados» 800.000 euros, cantidad que el Estado reembolsa a los candidatos si obtienen más de un 5 % del voto. De la misma manera, el bloque de Hidalgo pidió a sus federaciones ayuda económica.
Constatamos que los resultados de las legislativas suelen ser parecidos a los de la elección presidencial
Aunque no es una costumbre excepcional, cabe recordar que se avecinan elecciones legislativas el próximo julio, con lo cual el resultado de Hidalgo dificulta que sus donantes estén dispuestos a financiar una segunda campaña perdedora. Si, además, cosechan un mal resultado en las elecciones de verano, y pierden alguno de sus 25 escaños en el Parlamento, se verán en una situación económica aún peor.
Por eso, «no creo que el Partido Socialista pueda rehacerse en las legislativas», predijo Jéremie Peletier, director de estudios en la Fundación Jean Jaurès, en declaraciones a la cadena France 24. «Constatamos que los resultados de las legislativas suelen ser parecidos a los de la elección presidencial», agregó el experto.
Es un porcentaje sin precedente. A la cabeza del antiguo partido de los presidentes Hollande y François Mitterrand, Anne Hollande batió, con ese 1,75 %, el peor récord de su historia: superó el triste 6,36 % de Benoît Hamon en 2017, que ya entonces hizo sonar las alarmas del socialismo europeo, e incluso el mítico 5,01 % de Gaston Defferre en 1969, mínimo histórico.
Pero la suya fue una derrota anunciada, ya que el partido desfallece desde hace décadas, consecuencia de una Francia que se inclina cada vez más hacia la derecha. Los votantes zurdos que aún quedan en el país galo prefirieron apoyar el centrismo del actual presidente, Emmanuel Macron, o la izquierda revolucionaria de Jean-Luc Mélenchon, que aventajó a los socialistas por más de 20 puntos, con su 21,95 % del voto.
«La izquierda nunca fue capaz de recuperar a la clase trabajadora», explicó a France 24 el politólogo Dominic Reyne, del think-tank parisino Fondapol. «En vez de reinventarse, el partido se atascó en la clase media burocrática, y en los funcionarios. No es suficiente», señaló el experto.
Cabe destacar la equivalencia entre Anne Hidalgo y su vecino Pedro Sánchez, que lidera la versión española del Partido Socialista. Francia se sumó a la vertiente derechista que actualmente existe en Europa, ya que sus socialistas no supieron reinventarse para atraer a la clase trabajadora y rural.
«Intentaron presentarse a sí mismos como un partido de ecologismo social, pero no lograron establecer una doctrina clara», señaló Frederic Sawicki, politólogo en la Sorbona de París, a la cadena France 24. «Si a este malísimo resultado le sigue un desastre en las elecciones parlamentarias, la supervivencia del partido en su formato actual está por verse», concluyó Sawicki.
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