Portaaviones Almirante Kuznetsov, buque insignia de la Flota del Norte rusa
60 días de guerra
Rusia rearma a su Flota del Norte frente a unos indefensos países escandinavos
Moscú pretende rodear el flanco oriental de la OTAN en Europa con nuevos activos militares
La escalada militar de Rusia no se limita a la invasión a Ucrania. Además del anuncio de desplazamiento de armas nucleares al mar Báltico en caso de ingreso en la OTAN de Suecia y Finlandia, el Kremlin anunció un aumento de las capacidades militares de su flota del mar del Norte.
El ministro de Defensa ruso, Segey Shoigu, comunicó que reforzará a sus buques desplazados en el mar de Barents, y en su área de operaciones, «con 500 sistemas de armas avanzados», según informó The Times.
Con esta medida, Rusia cierra la pinza sobre el flanco oriental de la OTAN en Europa al fortalecer su presencia en el mar de Barents, en el Báltico y en el Mediterráneo.
Shoigu justificó este rearme por «el deterioro dramático de la situación militar y política en Europa». No obstante, no aclaró en qué consisten estos sistemas de armas.
La Flota del Norte es el gran ariete de la Armada rusa. Concentrada en la península de Kola, es la flota más poderosa de Rusia. Su base principal es Severomorsk, aunque posee otras bases, principalmente en la región de Murmansk.
Cuenta con algunos de sus buques más emblemáticos, como el portaaviones Almirante Kuznetsov (el único portaaviones de Rusia) que transporta los aviones Su-33; una nutrida flota de submarinos nucleares como el Danil Moskovsky; el crucero portamisiles nuclear Piotr Velikiy; el crucero Marshal Ustinov; o la moderna fragata Admiral Kasatonov.
A pesar de que se trata de la flota mejor capacitada de la Armada rusa, con algunas de sus naves más modernas y poderosas, la flota padece algunos de los problemas crónicos comunes a todo el ejército ruso.
Preocupa de forma especial el estado de sus instalaciones terrestres, con falta de mantenimiento, problemas logísticos y deficiencia en servicios básicos.
The Times asegura que comandantes militares rusos expresaron su preocupación de que los tripulantes de la Flota del Norte puedan morir de frío por la noche en sus propios alojamientos debido a estas deficiencias.
Muchos de estos problemas derivan también en errores operativos. Un ejemplo es el comportamiento de la Flota del mar Negro de la Armada rusa en la guerra en Ucrania.
El Ejército ucraniano, sin Armada, sin apenas aviación, totalmente dependiente del armamento que le proporcionan los países occidentales y con sus puertos bloqueados, logró hundir dos importantes buques rusos: el crucero Moskva y el barco anfibio Orsk.
Ante la sorprendente incapacidad para garantizar la seguridad de sus buques, Rusia ha optado por alejar de la costa a sus barcos.
El refuerzo a la Flota del Norte sigue la línea de escalada de tensión en los confines de la OTAN ante la inesperada respuesta unitaria a la agresión rusa a Ucrania.
El expansionismo belicista ruso ha llevado a Finlandia y Suecia a abandonar su posición tradicional y estudiar su ingreso en la OTAN. La solicitud podría formularse en las próximas semanas.
Rusia, amenazó con consecuencias políticas y militares si se consumaba el ingreso de ambos países, y el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev afirmó que Rusia desplegaría armas nucleares en el Báltico: «Ya no se podrá hablar de un Báltico sin armas nucleares».
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