El entonces presidente de EE.UU., Donald Trump junto con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman en la Cumbre del G20 en Japón
Estados Unidos
La sombra de Bin Salmán se extiende sobre los suntuosos torneos de golf de Trump
Los millonarios patrocinios del Príncipe heredero saudí podrían provocar un nuevo frente judicial contra Trump y complicar su regreso a la Casa Blanca
En una contienda electoral que promete ser una carrera de obstáculos e incluso errores y potenciales delitos, Joe Biden y Donald Trump enfrentan acusaciones que podrían dificultar la carrera por mantenerse o regresar a la Casa Blanca.
Lo último en la trama de casos que envuelven a Trump ha sido la revelación de la comprometedora relación de negocios que el exmandatario republicano sostendría con el tenebroso príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman.
La LIV Golf fue fundada en 2021 y ha sido señalada por ser utilizada como un vehículo de «lavado deportivo» de Arabia Saudita
El grupo Democracy for the Arab World Now (DAWN) solicitó recientemente al Departamento de Justicia y al Congreso que iniciaran una investigación contra Trump después de que se revelaran nuevos detalles de la financiación de Super Golf League (LIV Golf) que muestran que un fondo de inversiones encabezado por el príncipe heredero saudí posee el 93 % del torneo y paga todos los costos asociados con sus eventos.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman (D), estrecha la mano del entonces presidente de los EE.UU., Donald Trump (2019)
La conexión del torneo con el príncipe heredero saudí sería especialmente comprometedora luego de que en febrero de 2021 la administración Biden señaló a Bin Salmán como quien ordenó el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018, algo que el gobierno saudí niega.
El grupo prodemocracia en el mundo árabe, ha solicitado esta semana que se investiguen los acuerdos comerciales del expresidente para organizar los eventos de LIV Golf, especialmente después de que anunció sus intenciones de postularse para la Casa Blanca nuevamente en 2024.
La ley electoral estadounidense es clara en que un candidato político o alguien ocupando un cargo en el Gobierno Federal no puede recibir nada de valor de un gobierno extranjero.
«La revelación de que un fondo controlado por el príncipe heredero MBS en realidad posee casi todo LIV Golf significa que MBS ha estado pagando a Donald Trump millones durante los últimos dos años, a través de sus coberturas corporativas mutuas», dijo Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de DAWN.
Implicaciones de seguridad nacional
«Las implicaciones de seguridad nacional de los pagos de un dictador extranjero grotescamente abusivo a un presidente de los Estados Unidos que le proporcionó favores extraordinarios son tan peligrosas como impactantes» señaló en Whitson.
La organización con sede en Washington también está pidiendo al Departamento de Justicia y al Congreso que investiguen hasta qué punto llegaron las conversaciones para que el expresidente y su compañía de bienes raíces The Trump Organization organizaran torneos LIV en su resort de Nueva Jersey.
«Si Trump o sus agentes discutieran cualquier acuerdo con LIV Golf mientras Trump todavía estaba en el cargo, también habría lugar a una investigación criminal porque la ley federal prohíbe estrictamente este tipo de negocios por parte de funcionarios federales con gobiernos extranjeros», concluyó Whitson.
Si los acuerdos se llevaron a cabo cuando Trump no se postulaba para un cargo o se desempeñaba como presidente, los tratos son solo «poco éticos», dijo a Newsweek el ex fiscal federal Neama Rahmani.
Rahmani agregó que, incluso si los acuerdos fueran legales, algunos votantes podrían considerar los vínculos de Trump con Arabia Saudí antes de decidir si votan por él en 2024.
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