Manifestantes palestinos queman neumáticos durante una manifestación en Cisjordania
Oriente Medio
Israel se enfrenta a la peor ola de violencia en décadas y al temor de una nueva intifada
Seis palestinos han muerto en las últimas horas durante redadas israelíes en Cisjordania, Hamás y la Yihad Islámica han prometido una «respuesta dolorosa»
Cisjordania no es capaz de escapar a la ola de violencia que sufre desde hace semanas. El lunes, las Fuerzas de Seguridad israelíes mataron a cinco palestinos durante una redada en la ciudad de Jericó. Esta mañana, una adolescente, también palestino, ha fallecido a causa de los disparos del Ejército israelí, durante una operación contra la milicia armada La Guarida de los Leones, en la ciudad de Nablus.
Israel vive la peor oleada de violencia en casi dos décadas. El pasado 26 de enero, las Fuerzas de Seguridad del país hebreo mataron a diez palestinos durante una redada en la ciudad de Yenín, que ha desatado una rueda de venganza entre los dos bandos. Según informan los medios israelíes, la operación llevada a cabo en Jericó buscaba detener a varios sospechosos involucrados en un ataque a tiros a un restaurante judío, el pasado 28 de enero.
Uno de los hombres armados abrió fuego, pero después de un solo disparo, el arma se atascó y la pareja huyó hacia Jericó en un automóvil, confirmó el Ejército. Las Fuerzas de Defensa israelíes y el Shin Bet –Servicio de Inteligencia– aseguraron en un comunicado que la pareja planeó una «ola de asesinatos en masa» en el restaurante. Desde entonces, el Estado judío ha centrado todos sus recursos en localizar a los sospechosos que, creen, forman parte de un grupo armado más amplio afiliado a Hamás en el campo de refugiados de Aqabat Jabr, cercano a Jericó.
Además, a los ataques armados palestinos y a las violentas redadas israelíes se suman agresiones por parte de colonos judíos y lanzamientos de cohetes por parte de milicias palestinas desde Gaza y bombardeos de represalia desde Israel. Tras estos últimos incidentes, Hamás y la Yihad Islámica han prometido una «respuesta dolorosa», mientras que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha condenado la operación israelí, que ha tildado de «crimen atroz de las fuerzas de ocupación».
El director de la CIA –Agencia Central de Inteligencia estadounidense–, Bill Burns, resaltó que esta ola de violencia entre Israel y palestinos empezaba a parecerse a la Segunda Intifada. «Me preocupa, al igual que mis colegas en la comunidad de inteligencia, que mucho de lo que estamos viendo hoy tiene un parecido muy triste con la Segunda Intifada», explicó Burns. Por ahora, esta ola de ataques ha dejado 49 muertos, 42 del lado palestino y siete israelíes.
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