Prigozhin en Bielorrusia
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El extraño vídeo del regreso del jefe Wagner a Bielorrusia donde califica de «deshonra» al ejército ruso
El presunto Prigozhin del vídeo asegura que se encuentra en Bielorrusia, critica la actuación de las FFAA rusa y se ocupa de que su rostro no se vea con claridad
La guerra en Ucrania y la crisis del Grupo Wagner con Vladimir Putin transcurre como en la película: Sexo, mentiras y cintas de vídeo. De lo primero se habla poco salvo por los abusos de las tropas y los crímenes de guerra; de lo segundo hay sobre abundancia y en cuanto a las filmaciones, la última con el jefe de los mercenarios, Yevgueni Prigozhin, despierta más dudas que certezas sobre si el protagonista es él o un doble.
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Semanas después de intentar llegar a Moscú con sus tropas y verse obligado a dar marcha atrás, Prigozhin ha vuelto a escena, pero resulta difícil estar seguro de que la cámara, a quien enfoca, es al antiguo chef de Putin.
En las sombras, en un paisaje boscoso que dice ser Bielorrusia, una figura de perfil con gorra de visera se atraviesa
El jefe Wagner ha difundido en uno de sus canales de vídeo imágenes donde, deliberadamente, se le ve en las sombras (supuestamente es él). En un paisaje boscoso que dice ser Bielorrusia, una figura de perfil con gorra de visera se atraviesa. Desde el principio del vídeo hasta que fugazmente se cruza esa figura de perfil que se supone que es Prigozhin transcurren apenas 28 segundos. El resto de la película, de 1,24 minutos, son recortes de antiguas filmaciones.
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Inquietud en el Kremlin: Prigozhin da vacaciones al Grupo Wagner «hasta principios de agosto»
Motivos para sospechar sobran mientras la voz del jefe Wagner asume que sus mercenarios ya están en Bielorrusia cuando hace apenas unos días uno de sus altos oficiales y mano derecha, dijo que estarían de vacaciones hasta principios de agosto.
También el presidente de Bielorrusia, Lukashenko, negó que las tropas del ejército Wagner se hubieran instalado en su territorio, pero desde el ministerio de Defensa bielorruso se aseguró luego que los Wagner estaban allí y habían empezado a adiestrar a sus solados. Incluso, se difundieron imágenes de un campamento en lugar de los prometidos barracones que les iban a destinar.
Verdad, mentira o enigma, el presunto Prigozhin del vídeo. como observa The Guardian, califica de «deshonra» la actuación de las FFAA rusas, asegura que sus mercenarios no volverán mientras siga esta estrategia y la misma voz en off admite que el futuro de los combatientes en Europa no está claro.
Lo que está pasando en el frente ahora es una vergüenza en la que no necesitamos participarYevgueni Prigozhin
«Lo que está pasando ahora en el frente es una vergüenza en la que no necesitamos participar», afirma el oligarca que ha amasado una gran fortuna la sombra de Putin y que éste ahora desmantela. El fracasado golpista cuyo destino y situación en realidad se desconoce, añade: «[Esperaremos] el momento en que podamos probarnos a nosotros mismos por completo»
Los bielorrusos nos han recibido como hermanosPrigozhin
Prigozhin asegura que todos los «wagneritas», como se llaman en tono cariñoso, que no estaban, pero ahora dicen que están en Bielorrusia, se quedarán allí, «durante algún tiempo. Los bielorrusos nos han recibido como hermanos».
Llama la atención que utilice la expresión Operación Militar Especial, tal y como rodena Putin, cuando fue de los pocos que habñaba sin tapujos de guerra. «Quizás regresemos a la operación militar especial en el momento en que estemos seguros de que no nos veremos obligados a avergonzarnos».
El Kremlin reconoció que Putin y Prigozhin se habían visto en Moscú cuando supuestamente éste último estaba en Minsk. Lukashenko, como quien no quiera la cosa, reconoció un día antes que el jefe y uno d elso fundadores del Grupo Wagner ya no estaba en Bielorrusia, que se había ido a San Petersburgo y que quizás iba camino de Moscú.
La tragedia de enredo tiene tantos nudos imposibles de desatar que a estas alturas, cabria plantearse si Prigozhin o su doble forman parte de otra historia de mentiras y vídeos.
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