Muere mientras pilotaba su helicóptero Sebastián Piñera, el expresidente que 'occidentalizó' Chile
Sebastián Piñera E. (74), expresidente de Chile en dos períodos alternos (2010-2014 y 2018-2020), falleció en un accidente de helicóptero en la comuna de Lago Ranco, Región de Los Ríos
Imagen de archivo del expresidente chileno Sebastián Piñera durante su investidura para su segundo mandato
Figura clave en la 'occidentalización' de Chile. El expresidente Sebastián Piñera fallecía este martes a los 74 años, como consecuencia de un accidente de helicóptero. Flamante apasionado de las aeronaves –aunque ciertamente inexperto–, Piñera se encontraba viajando con su familia tras visitar a su amigo el empresario José Cox. En ese instante, el expresidente sufrió un infarto en el momento en el que pilotaba el helicóptero, lo que propició el trágico desenlace, saldándose con la muerte de Piñera. Afortunadamente, los tres acompañantes acabaron sobreviviendo a un suceso que ha provocado un seísmo en la política chilena.
Nació el 1 de diciembre de 1949, en Santiago. Hijo de Magdalena Echenique Rozas y José Piñera Carvallo, militante del Partido Demócrata Cristiano; hermano de José Piñera E., exministro del Trabajo, durante el gobierno militar, que ideó el régimen de capitalización individual de pensiones.
Durante el período escolar cursó los estudios en el Colegio Verbo Divino. Luego, ingresó a la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde se tituló de ingeniero comercial. Posteriormente, 1973, contrajo matrimonio con Cecilia Morel M., e inició los estudios de doctorado en economía en la Universidad de Harvard.
Al regresar a Chile en 1976, realiza una serie de trabajos ligados al mundo económico y, en 1978, entra como gerente general del Banco de Talca. La salida de la gerencia del Banco fue controvertida y con ribetes de carácter judicial.
La dimensión económica de la vida del expresidente Piñera, ha sido exitosa, en cuanto se ubica dentro de las fortunas mas grandes del país: su capacidad y zagacidad en el mundo de las finanzas no le restaron detractores.
La fase política del expresidente Piñera, será, sin duda alguna, motivo de estudio.
La vida política del expresidente resulta de cierta complejidad considerando que, en el plebiscito de 1988, optó por la opción «no», de rechazo a la permanencia del expresidente Pinochet en el poder y en 1989, fue generalísimo del Hernán Buchi, exministro del gobierno militar y candidato de la derecha y centro derecha, que con matices apoyaron el gobierno de las Fuerzas Armadas y Carabineros.
Participó en varias candidaturas –en el mismo 1989– a senador por una circunscripción de la Región Metropolitana, la que ganó, y luego se inscribió como militante del partido de centro derecha Renovación Nacional.
Fue presidente de dicho partido y candidato presidencial del mismo, en una oportunidad fallida (2005).
En el 2010, vuelve a competir, instalándose en la Moneda, como el primer presidente que lleva la coalición de centro derecha al poder desde el año 1989, cuando las FFAA. hicieron entrega del poder al gobierno elegido en elecciones democráticas tal como lo establecía el itinerario constitucional de la constitución de 1980.
El primer gobierno del expresidente Piñera estuvo marcado por el terremoto del 27 de febrero del 2010, en que mostró una alta capacidad de organización y eficiencia en la administración del gobierno, la misma que demostró en el manejo de la pandemia de la covid.
En el plano estrictamente político, el segundo gobierno del presidente Piñera tuvo y ha tenido un balance más bien negativo que contrasta con la administración del mismo.
El gobierno se inicia con la presentación al congreso por parte del ministro Andrés Chadwick, político de larga trayectoria y primo del expresidente, de la ley de identidad de género, asunto que provoca desconcierto entre sus partidarios; no solo por lo que representaba una ley semejante desde el punto de vista de los principios que se supone defendía, sino porque el triunfo del expresidente, según los analistas, se debió a dos razones fundamentales.
En primer lugar, la batalla de las ideas contra la izquierda extrema y que se sintetizó en el eslogan de que Chile no será una Chilezuela, refiriéndose al régimen chavista.
En segundo lugar, porque el segundo eje de la campaña era el empleo y crecimiento económico que venían en franco declive desde el gobierno saliente de Michele Bachelet, que había dado un giro hacia la izquierda al haber incorporado al Partido Comunista en el gobierno.
Sin embargo, hubo tres hechos que marcaron el rumbo político del gobierno y de la popularidad del presidente Piñera, que terminó con la menor aprobación de un mandatario desde 1990, 24 %.
El primero, al ser un gobierno de minoría en el parlamento y tener como representantes del mismo a lo que se llamó como «el peor parlamento de la historia de Chile» por la irresponsabilidad, falta de preparación y convertir el ejercicio parlamentario en un espectáculo en toda regla. Esa manera de proceder dificultó seriamente la agenda política del gobierno y así, los ejes del gobierno –el primero, las pensiones– no tuvo éxito en su aprobación.
Último minero rescatado Luis Urzúa (i) celebra junto al expresidente chileno, Sebastián Piñera (d), durante la operación de rescate de los 33 mineros chilenos que estaban atrapados en 2010
El segundo, la abierta incapacidad de hacer valer el Estado de derecho.
Desde el parlamento se aprobaron leyes inconstitucionales, como el retiro de fondos de pensiones, sin que el gobierno hiciera valer la ley.
El tercero, la rebelión del 18 de octubre del 2019 que, a cuatro años de producirse, el expresidente Piñera reconoció en la radio Mitre de Argentina que fue un golpe de Estado blanco.
La rebelión del 18 de octubre implicó que el gobierno y el presidente Piñera entregaran la constitución política y que se entrara durante cuatro años a un período de incertidumbre constitucional que tuvo su término relativo en el plebiscito del 17 de diciembre pasado.
Por ultimo, un aspecto que tendrá que ser estudiado es si el deseo del expresidente Piñera de formar una nueva derecha será lo que podría ser un legado que aún no se advierte como tal.
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