Teodoro Estebán Calderón jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), durante una visita a las tropas españolas en Líbano
La misión de paz de la ONU en Líbano, con soldados españoles, denuncia otro ataque con drones israelíes
Un militar resultó herido y tuvo que ser asistido en esta segunda agresión en lo que va de mes con granadas de las fuerzas hebreas
No es la primera vez. La misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) volvió a ser atacada por fuerzas de Israel. En este ocasión lo hizo con un dron de fabricación propia contra los cascos azules. El resultado ha sido un soldado herido. Se desconoce la nacionalidad.
En un comunicado, la FINUL explicó que «justo antes del mediodía del sábado, un dron israelí lanzó una granada que explotó cerca de una posición de la FINUL» en la localidad de Kafer Kela, muy próxima a la frontera sur con Israel.
Como consecuencia del ataque, un miembro de las fuerzas de paz resultó «levemente» herido y tuvo que recibir asistencia médica.
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Según la fuerza de paz de la ONU, informa Efe, este es el segundo ataque con granadas que Israel comete contra sus efectivos este mes, y denunciaron que constituye «otra grave violación» de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que puso fin a la guerra de 2006 y es la base para el actual alto el fuego, así como «un preocupante desprecio por la seguridad de las fuerzas de paz que cumplen su mandato».
Una vez más instan al Ejército israelí a detener los ataques contra o cerca de las fuerzas de paz que trabajan «para reconstruir la estabilidad que tanto Israel como el Líbano se han comprometido a restaurar».
La FINUL, integrada por unos 10.000 soldados y actualmente comandada por Italia, a la que entregó el testigo España, tocará a su fin en diciembre de 2026. El Consejo de Seguridad decidió no renovar su mandato una última vez como consecuencia de las presiones recibidas por Estados Unidos e Israel para provocar su salida del Líbano.
La disolución de esta misión no es una buena noticia para la región y en rigor el desmantelamiento de la misma tardará no menos de seis meses en producirse. España es el país que tiene mayor despliegue de infraestructuras en este enclave.
