Gustavo Petro: de la Lista Clinton a los gastos de Gucci, Prada y en un prostíbulo de Lisboa
El presidente de Colombia desata el escándalo al hacer públicas sus facturas de compras y consumos para intentar que Estados Unidos le excluya de la clasificación de narcotraficante
Composición de Petro con el cabaret y sitio de citas de fondo al que fue durante su visita de Estado en Portugal
Del Caribe al Pacífico, las aguas de la izquierda están revueltas. Nicolás Maduro asiste de convidado de piedra al hundimiento de las narcolanchas y de sus tripulantes (van más de 80 muertos) mientras Gustavo Petro lo sufre de cerca en el Pacífico.
El presidente de Colombia, además, lamenta que su nombre esté en negritas en la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, más conocida como la «Lista Clinton» de los narcos y que, por intentar salir de ella, se hayan destapado sus aficiones o debilidades carnales.
El presidente de Colombia y antiguo guerrillero del M-19 ha intentado por todos los medios tratar de convencer a Washington –y a los suyos– de que no vive del tráfico de estupefacientes. Tanto se ha esforzado que autorizó a la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) a hacer públicos sus gastos desde 2022 sin ningún tipo de filtro y el resultado no ha sido el esperado.
Washington sigue sin sacarle de la célebre Lista Clinton, que se inauguró durante el gobierno del demócrata que protagonizó un escándalo sexual con la becaria Monica Lewinsky y Donald Trump, Colombia y todos los que han echado un ojo a «sus recibos» han descubierto que el jefe del Estado es, hablando en plata, un derrochador que no huye –más bien lo contrario– de los prostíbulos y el lujo.
Entre los recibos bancarios destacan algunos en tiendas de carísimas marcas que ha visitado en sus viajes oficiales por el mundo. Las más conocidas, posiblemente, sean Gucci y Prada, donde tiró de tarjeta con alegría. También en los almacenes Saks de la Quinta Avenida hizo su shopping el presidente y ya en España optó por El Corte Inglés y Zara.
Las facturas, en especial las de Gucci y Prada, resultan sorprendentes, pero hubo una que llamó la atención de los periodistas colombianos y no precisamente por la cuantía. El recibo es de apenas unos 45 euros y se corresponde con un cabaret/puticlub de Lisboa. Se trata de Ménage Strip Club que Petro conoció durante su visita de Estado a Portugal en 2023. Aquella escala le está saliendo, dos años más tarde, muy cara.
Avalancha de críticas
La oposición salió en tromba contra él. Vicky Dávila, periodista con ambiciones políticas, vio el horizonte despejado para sacudir al presidente: «Petro quiere acabar con todo y tenemos que evitarlo, pero lo que sí ha acabado ha sido con la dignidad presidencial», clamó.
Acto seguido recordó uno de los lemas del local: «Nuestras chicas más sexis están listas para darte un inolvidable tratamiento especial satisfactorio. Todos tus sueños y deseos.» La versión original es: «Our hottest girls are ready to give you unforgettable, special treatment fulfilling all your dreams and desires.»
La senadora María Fernanda Cabal le dedicó un tuit donde no olvida el dispendio que hizo: «Petro, el de la moral distraída. Dice que es el pueblo pero no sale de comprar en Gucci. Ralf Lauren, Prada, Casa Dei Tessuti (telas finas en Frienze) Apple y visitar Menage Strip Club en Portugal».
También el presidente de Salvación Nacional, Enrique Gómez, condenó, «sus excesos nocturnos con nuestros impuestos» y le preguntó: «¿Estamos los colombianos obligados a pagar su degeneramiento?», junto a una imagen del informe oficial con los gastos del presidente de Colombia, al que también se le atribuye demasiada afición por el alcohol y «otras sustancias», que diría el ministro de Transporte, Oscar Puente.
Sin pelos en la lengua, Juan Martín Braco, concejal de Cali, interroga en su cuenta de X: Para quienes se pregunten por qué Petro llega tarde a tantos eventos, ahí tienen la explicación desde su viaje a Portugal: andaba metido en un puteadero (MENAGE STRIP CLUB)…”
Justificaciones
En defensa del presidente de Colombia, o algo parecido, salió su canciller, Rosa Villavicencio, durante su intervención en una Tribuna EFE-Casa de América, conducida por la directora de Internacional de la agencia, Emilia Pérez. «Tenemos una acción que pocos presidentes o pocos funcionarios hacen, la de poner a disposición su declaración de renta, sus gastos en función de que, pues se estructure si recibe dineros no apropiados. Es una persona con bastante austeridad.»
Pasa palabra, el propio Petro evitó pronunciarse sobre el hecho más polémico de aquella visita de Estado hasta el jueves por la tarde, cuando las redes sociales ardían.
El presidente se descolgó con varios tuits, un tanto curiosos, en respuesta a la avalancha que le reprochaban su conducta. «Hay dos cosas que he aprendido en la vida, -escribe en su cuenta de X- a no acostarme con mujer de la que no nazca nada en mi corazón, y a no comprar el sexo cuando aún soy capaz de la seducción y de la poesía. Siempre hay que combinar la sexualidad con la cultura, eso se llama erotismo».
Las energías de Petro
Antes de dar el tema por zanjado, añade: «Ahora bien, si logras que la energía tuya y del universo recorra todas las células de tu compañera, logras, creo, la máxima posibilidad vital del ser humano, eso no se puede comprar.» Dicho esto, tuiteó misterioso: «Algún día contaré por qué me gasta 40 euros en ese sitio.»