Alemania acusa a Rusia de un gran ciberataque contra su seguridad aérea

El Gobierno alemán ha denunciado, este viernes, dos operaciones de injerencia atribuidas a Rusia. Concretamente, un ataque informático contra la seguridad aérea alemana en agosto de 2024 y una campaña de desinformación destinada a influir en las elecciones generales celebradas en febrero de este año. Berlín ha convocado al embajador ruso, Serguéi Necháyev, para exigir explicaciones y anunciar que prepara posibles contramedidas en coordinación con sus socios europeos.

Según el Ministerio de Exteriores, el ataque contra la infraestructura aeronáutica fue obra del colectivo APT28, vinculado a la inteligencia militar rusa. Paralelamente, la operación de influencia conocida como Storm 1516 habría buscado desestabilizar la campaña electoral y erosionar la confianza pública en las instituciones alemanas. «Rusia está amenazando de manera concreta nuestra seguridad», afirmó un portavoz gubernamental, que aseguró que existen pruebas de estas actividades.

«Rusia amenaza nuestra seguridad, no sólo con su guerra de agresión contra Ucrania, sino también aquí, en Alemania. Por ello, esta mañana hemos convocado al embajador ruso al Ministerio de Exteriores y le hemos dejado claro que observamos muy de cerca lo que hace Rusia y que tomaremos medidas al respecto. Las acciones inadmisibles de Rusia tienen consecuencias», informó en una rueda de prensa ordinaria Martin Giese, portavoz de la diplomacia germana.

Al mismo expresó la enérgica condena del Gobierno alemán a «los repetidos e inaceptables ataques perpetrados por agentes rusos controlados por el Estado» y aseguró que Alemania continuará reforzando su apoyo a Ucrania y sus medidas de disuasión y defensa.

La cancillería alemana estudia respaldar nuevas sanciones europeas contra «actores híbridos» rusos. Berlín ya ha denunciado en los últimos meses sobrevuelos de drones, intentos de sabotaje y ciberataques que, según sus servicios de seguridad, forman parte de una estrategia más amplia de presión contra un país que se ha convertido en el segundo mayor proveedor de ayuda militar a Ucrania. Rusia no ha respondido por el momento a las acusaciones.