Desde la epidemia de COVID los protocolos han evolucionado

Desde la epidemia de Covid los protocolos han evolucionado

Inspección Técnica Vehículos

La ITV se pone seria y a partir de ahora va a revisar estos detalles dentro de tu coche

Los protocolos de control de las ITV van cambiando conforme evolucionan los sistemas electrónicos

La ITV es una de las pruebas más incómodas a las que se someten los propietarios de automóviles. Hay que pasarla una vez cada dos años en caso de que el vehículo tenga entre cuatro y diez años de antigüedad y una vez al año en caso de que sea más antiguo.

Se trata de un trámite incómodo porque un suspenso nos puede costar cientos de euros de una reparación, sin contar los 60 euros que cuesta la prueba de media en función de la comunidad y el centro.

El Covid lo cambió todo

Antes de la covid el protocolo ITV obligó a que los inspectores se subieran al coche para verificar una serie de elementos clave que pueden significar un suspenso inmediato, la epidemia hizo que dejaran de entrar en los automóviles, pero ya se vuelven a subir.

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La ITV es un mal trago en cualquier caso

Es un momento de tensión porque en principio el propietario está fuera del coche y desconoce los sistemas o elementos que el inspector va a verificar.

Inicialmente la clave es el buen estado de los cinturones, la cinta debe salir con suavidad, la hebilla debe engancharse con suavidad y soltarse con facilidad. La tela del cinturón no debe mostrar desperfectos ni roturas o cortes.

Cinturones, airbag y más

Después van los airbag, deben estar sellados y sin roturas ni marcas que puedan indicar que alguno ha estallado y no lo hemos sustituido. También es importante que el testigo del airbag del salpicadero no se encienda, pues eso se traduce en un defecto grave y un suspenso.

Salpicaderos en este estado no pasan la ITV

Salpicaderos en este estado no pasan la ITV

Los testigos o chivatos son uno de los aspectos más comprobados, en este caso un fallo de moto, de emisiones o de airbag se traduce en un suspenso. Y no sirve de nada utilizar el truco de taparlo con un trozo de cinta aislante negra, pues también se fijan en eso.

Estados general

Los asientos deben estar firmemente anclados al coche, sin movimiento raros ni deslizamientos que indiquen que pueden moverse en caso de accidente. Deben permitir las regulaciones normales para adaptarlo a la talla del conductor.

Por último, el estado de las lunas y ventanillas debe ser correcto y permitir la visibilidad y el salpicadero general debe estar de una pieza, sin roturas, elementos sueltos o aristas cortantes que pueden provocar un problema en caso de accidente.

Junto con la luna se comprueba también el estado del sensor de lectura para las ayudas a la conducción ADAS, ubicado normalmente tras el retrovisor, que debe calibrarse tras cada cambio de parabrisas.

Por supuesto posteriormente comprobarán ya con el propietario al volante, se comprueban los mandos para las luces, el claxon, intermitentes, limpiaprabrisas…

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