Práctico
El mundo del automóvil no deja de sorprendernos, más allá de la electrificación, cada vez hay más inventos y novedades para dar servicio a los conductores.
En este caso, este curioso invento que llega desde los Estados Unidos está causando furor por sus posibilidades.
Inicialmente fue concebido como un sistema inmovilizador de automóviles para la policía, que puede usarlo con los coches que han cometido una infracción o a los que quiere impedir que sigan circulando.
Su funcionamiento es extremadamente sencillo, el agente no tiene más que desplegarlo sobre el parabrisas delantero y bloquear las dos ventosas de fijación con las que se adhiere a la luna. De esta forma el conductor pierde la visibilidad, por lo que es imposible que se ponga a los mandos del vehículo.
Se trata de un sistema de inmovilización que sustituye a los tradicionales cepos para las ruedas, pues además de ser más ligero es mucho más sencillo de transportar y rápido de colocar.
Una vez que los policías lo dejan puesto, el conductor debe pagar la sanción si quiere conocer el código secreto que debe introducir a través de un teclado para que las ventosas se liberen y pueda retirarlo.
Una vez quitado, el conductor está obligado a llevarlo hasta uno de los puntos de recogida, unos grande contenedores con una ranura donde se puede depositar este peculiar parasoles amarillo.
En paralelo le han salido nuevas utilizades a este dispositivo, en concreto ya está en estudio su utilización como sistema antirrobo. De esta forma el conductor puede dejarlo colocado cuando deja el coche aparcado en la calle y retirarlo posteriormente con el código secreto.
Pese a su sencillez, se trata de un mecanismo extremadamente duro y difícil de manipular, pues al quedar pegado al parabrisas es prácticamente imposible de mover, mientras que las ventosas quedan protegidas por el propio plástico. El mecanismo recibe el nombre de Barnacle y ya se encuentra a la venta en diferentes mercados.
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