El nuevo Reanult Espace tiene poco que ver con su predecesor

Renault Espace Mucho más que un SUV híbrido convencional

La firma francesa lanza un SUV de siete plazas que retoma la tradición de vehículos tipo monovolumen aunque con un envoltorio mucho más actual

Hace menos de un año que vio la luz uno de los modelos más interesantes del fabricantes francés desde un punto de vista funcional.

Derivado del Austral, el Espace incrementa su longitud en 21 centímetros, lo que le permite ofrece un habitáculo de siete plazas muy aprovechable con el que retoma la tradición de monovolúmenes de la firma iniciada con el Espace y después con el Scenic.

Así es su carrocería

Estéticamente su carrocería es atractiva y bien proporcionada, y responde a los cánones de los SUV grandes actuales, que han sustituido en el mercado a las grandes berlinas y monovolúmenes.

La carrocería elevada no delata que estamos ante un siete plazas

En este caso destaca por unas formas muy proporcionadas pese a tratarse de un siete plazas, de hecho no existen demasiadas diferencias estéticas con su hermano pequeño el Austral.

Así es por dentro

En el interior la puesta en escena evoluciona en materia estética y tecnológica, con dos excelentes pantallas y una consola central inspirada en la aeronáutica que resulta muy funcional aunque es demasiado voluminosa y resta algo de espacio, pero pagamos con gusto ese canon gracias a la base de carga para el móvil muy cómoda e intuitiva.

Interior amplio y muy muy cómodo en el día a díaGreg

Destaca la correcta legibilidad del cuadro de instrumentos y una pantalla multimedia central de 12 pulgadas con un funcionamiento fluido y bastante racional.

Disponemos además de mandos físicos para el manejo de algunas de las funciones, aunque echamos de menos alguno más, pues una vez más el manejo a través de la pantalla requiere demasiada atención por parte del conductor.

La habitabilidad es excelente en las dos primeras filas de asientos, la tercera no es que sea mala, sino que es lo habitual en este tipo de transformaciones que ofrecen espacio suficiente para un uso ocasional o para acomodar niños, pero no adultos.

Sin duda nos gusta mucho la opción de escamotearlas bajo el piso del coche, pues dejamos una gran zona de carga de 477-677 litros de capacidad que le vienen realmente bien al modelo.

Así se comporta

Pero en nuestra opinión, ya contrastada en otro modelos de la marca, la verdadera joya de la corona de Renault es su esquema híbrido no enchufable.

La combinación de un motor gasolina y uno eléctrico de apoyo para arrancadas y aceleraciones le permite funcionar con tanta alegría y con un consumo medio que es sencillo mantener por debajo de los cinco litros a los 100 kilómetros realizando una conducción eminentemente económica.

El motor eléctrico de 68 caballos se muestra muy eficiente a la hora de reducir consumos, especialmente en ciudad, donde actúa con mucha frecuencia. En motor gasolina por su parte entrega 130 caballos.

Carrocería SUV e interior de monovolumen, no se puede pedir más

Pero si realizamos una conducción relativamente normal estaremos en torno a los seis litros a los 100 kilómetros, una cifra que hasta hace no mucho quedaba reservada para los coches diésel. La clave está en un sistema de aprovechamiento energético sencillamente excelente que nos permite regenerar batería con mucha facilidad.

Sin duda a día de hoy uno de los motores híbridos enchufables más recomendables del mercado, tanto por empuje como por consumo.

Disponemos además de un selector de modos de conducción que nos permite elegir entre diversas opciones de funcionamiento para primar la deportividad o la economía. Un coche en el que en carretera cabe destacar su agilidad general que lo hace más rápido de lo que cabría pensar en primera instancia por tamaño y peso.

Está disponible en esta única versión de motor con 200 caballos en conjunto. El equipamiento incluye casi de todo y tiene un precio de venta entre 42.000 y 47.000 euros.