La acumulación de carbonilla es un verdadero problema para los motores

La acumulación de carbonilla es un verdadero problema para los motores

Práctico

Un mecánico desvela el método para evitar la avería que está destrozando los motores diésel

Con este sencillo consejo podemos evitar una avería de miles de euros que cada día es más habitual en los coches con motor de combustión

La formación de carbonilla en el catalizador y en los filtros de emisiones están detrás de gran parte de las averías de los coches actuales, especialmente a partir del año 2000 cuando la regulación de emisiones obligó a los fabricantes a usar estos dispositivos para reducir los gases que producen los motores.

Estos dispositivos suelen realizar en su interior reacciones químicas que ‘descomponen’ los gases que antes acabarían en la atmósfera, con lo cual las emisiones son más limpias.

Descomponen los gases

El problema es que para que estas reacciones químicas tengan lugar el motor tiene que estar funcionando en unas condiciones muy especiales que afectan fundamentalmente a la temperatura de trabajo.

Esta reacción tiene lugar con el motor a más de 2.000 revoluciones

Esta reacción tiene lugar con el motor a más de 2.000 revoluciones

El problema es que por ejemplo si circulamos habitualmente por ciudad el vehículo no alcanza la temperatura para que se produzca esta reacción química, con lo que con el paso del tiempo estos filtros se van obturando y terminan por bloquearse y provocar una avería de consideración.

Siempre en carretera

Así las cosas los propios fabricantes recomiendan unas sencillas claves de funcionamientos para completar estos ciclos de limpieza que por lo general deben tener lugar cada 2.000 o 3.000 kilómetros.

Cuando se atasca un filtro suele encenderse un testigo similar y el coche se para

Cuando se atasca un filtro suele encenderse un testigo similar y el coche se para

La clave está en circular en carretera durante 20 minutos ininterrumpidamente y con un régimen de giro entre las 2.000 y las 3.000 revoluciones. En este punto se produce el ciclo de limpieza que puede percibirse al volante.

Ciclos de limpieza

Cuando se produce ese proceso, que puede durar unos segundos, es normal sentir que el vehículo racanea o que pierde algo de potencia, a la vez que es probable emitir una nube de humo visible… Una vez completado el ciclo el vehículo debería rodar incluso más alegre y reducir el consumo de combustible.

En el mercado venden algunos aditivos que pueden añadirse al carburante para evitar la carbonilla, aunque si circulamos habitualmente por carretera no haría ni falta…

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