Seat Ibiza TDi, una máquina de la época que volaba
Increíble
La verdadera historia del Seat Ibiza cazado por un radar a 415 km/h que busca la policía
En solo unas horas la noticia de que la DGT había sorprendido a un Ibiza más allá de los 400 kilómetros por hora corría de boca en boca, pero ¿qué hay de cierto, es físicamente posible...?
En este tipo de noticias lo primero que conviene es dejar claro que los excesos de velocidad son una absoluta imprudencia.
No nos referimos a los simples descuidos como circular 5 o 10 kilómetros a la hora por encima de la velocidad permitida, sino a los grandes excesos de velocidad de conductores que están a costumbrados a viajar a otro ritmo y que habitualmente suponen un peligro sobre el asfalto.
Una locura y un peligro
Es cierto que las redes sociales han ayudado a mitificar los grandes excesos de velocidad, haciendo ranking en los que se habla de los coches y deportivos que han sido cazados por radares a velocidades de cárcel.
Un Porsche sorprendido por la DGT a casi 300 km/h
Es este precisamente el origen del mito del Seat Ibiza amarillo que habría sido pillado por un mismo radar de la DGT circulando más allá de los 400 kilómetros a la hora, en concreto a 415 km/h, algo realmente impensable.
¿Es posible correr tanto?
La noticia ha corrido como la pólvora por redes sociales, pues 400 km/h es una velocidad sencillamente salvaje pero es cierto que hay vehículos en el mundo capaces de alcanzarla como fue el Bugatti Veyron, un coche de 1.001 caballos fabricado por el Grupo Volkswagen hace años.
Un Bugatti Veyron parado por la Guardia Civil en España
En este caso los mayores excesos de velocidad en carretera abierta rondan los 300 kilómetros a la hora y son protagonizados por modelos como Ferrari o Porsche.
Salvaje y descabellado
Se trata de una velocidad tan descabelladamente salvaje que hace unos años un Porsche 911 chocaba contra el pilar de un puente en una autobahn alemana sin limitación y tuvieron que reconstruirlo por completo, todo ello sin citar que él conductor directamente desapareció.
El mito del Seat Ibiza a 400 kilómetros/hora es sencillamente eso, un mito, tal y como han confirmado fuentes de la Guardia Civil de Tráfico, sobre todo por el chascarrillo final de que el coche echaba tinta negra por el tubo de escape, una imagen de videojuego que se usa popularmente para descalificar a los vehículos diésel.
Se trata de la idea de un influencer de motor que decidió meter algo de picante al ranking de las pilladas de velocidad más rápidas de la historia. Incluso desde Seat confirma un trabajador en redes sociales que es materialmente imposible que un Seat Ibiza amarillo o de cualquier otro color se acerque ni de lejos a esa velocidad, su límite estaría en los 200 kilómetros/hora.