El ex agente en un momento del vídeo
Seguridad vial
Un ex guardia civil se pone de parte de los conductores y descubre el error de los radares que permite anular multas
Algunos agentes llevan tiempo criticando el creciente peso de las multas en su trabajo que les impide cumplir con otros cometidos sobre el asfalto
Las multas por exceso de velocidad son la gran obsesión de los conductores, no en vano año a año la DGT aumenta el número de radares en carretera y con ello el número de sanciones y la recaudación.
Aunque no se conoce la cifra exacta, a día de hoy hay en España más de 3.000 radares en circulación, una auténtica pesadilla.
Camino de los 4.000 radares
Hace meses que incluso algunos miembros de la Guardia Civil denunciaron que la DGT ha dado prioridad a que pongan multas sobre otras facetas de su trabajo que anteriormente sí llevaban a cabo, como por ejemplo parar a los conductores cuando comenten una infracción para sancionarlos, una función didáctica que se ha reemplazado por cogerles la matrícula y mandarles la multa a casa sin que se enteren.
Las multas de velocidad deben tener dos fotos
En este caso hay un antiguo Guardia Civil que ha decidido dar un paso al frente y explicar irregularidades que cometen a diario en la colocación de los radares y que como tal permiten anular las sanciones, aunque los conductores no lo sepan.
Multas recurribles
El ex agente explica que aunque parezca mentira muchas de las irregularidades tienen que ver con la homologación de los equipos, pues se siguen usando equipos sin homologar o que no han pasado las revisiones pertinentes. Es por ello que conviene pedir siempre el certificado del equipo en caso de que no acompañe a la sanción.
Los radares tampoco deben estar en el arcén
Toribio, así se apellida el agente, explica también que el hecho de que no sea siempre un agente quién maneja el equipo también es una irregularidad, pues según explica debería hacerlo siempre, sobre todo en el caso de los radares móviles, que ahora con completamente automáticos y ponen la multa e incluso las mandan al centro de tratamiento de León sin que pase por las manos de ningún agente.
Directas al buzón
En este tipo de casos es conveniente saber que las multas que ponen los radares en modo ‘automático’ deben estar acompañadas siempre de dos fotografías del vehículo, una toma general y un detalle de la matrícula que no puede ser una ampliación de la primera.
Por último uno de los motivos más importante hace referencia a la colocación de los radares, los fijos no pueden estar a menos de 1,3 metros de los quitamiedos, porque sino en caso de accidente no permiten que cumplan con su misión de amortiguar el vehículo, sino que el radar actuaría de barrera de contención.
Los radares no pueden estar pegados a los quitamiedos
De hecho, la Guardia Civil llega a colocar radares móviles fijados a los quitamiedos con un soporte especialmente homologado, lo que sería cuestionable al igual que cuando los radares se colocan en pleno arcén o en uno de los carriles de la carretera impidiendo la circulación.
En todos estos caso la mejor recomendación es recurrir, es cierto que perdemos el beneficio de la reducción por pronto pago, pero tampoco tiene sentido pagar la mitad del importe cuando es precisamente con eso con lo que juega la DGT para que la gente abone las sanciones.