Los ciclistas miran al conductor con cara de asombro a través de la ventanilla
Crónica vial
La violenta discusión entre un conductor y tres ciclistas: «¿El carril bici cómo va? Dile a tu madre que lo limpie»
Las carreteras son escenario habitual de discusiones y peleas entre conductores y ciclistas ante una regulación que no pone límites claros a unos y otros
Los problemas y las discusiones entre los conductores de coches y los ciclistas son el pan nuestro de cada día en las carreteras, a falta de una regulación clara es habitual que haya enfrentamientos entre unos y otros cuando alguno de ellos incumple sus deberes y obligaciones.
En este caso el conductor de un coche baja la ventanilla y reprende a tres ciclistas que circulan por una carretera pegados al arcén. Lo curioso es que la carretera dispone de un carril bici y el conductor reprende a los conductores por no hacer uso del mismo.
El carril bici, vacío
De hecho les grita a los ciclistas: «¿Y el carril bici…?» Ante lo cual los ciclistas no pueden por menos que darle explicaciones de que «está muy sucio», con lo que resulta impracticable, a la vez que pide al conductor que mande alguien para que lo limpie.
Pese a haber carril bici los ciclistas usan la carretera
En este punto comienza un intercambio de insultos bastante desagradable que indica cuál es la realidad de la relación entre ciclistas y conductores sobre el asfalto. Una situación de difícil solución si no se ponen límites mucho más claros a unos y a otros.
Convivencia difícil
Por ejemplo de acuerdo con el Reglamento General de Circulación, los ciclistas no están obligados a usar el carril bici aunque esté disponible, lo que resulta un tanto extraño básicamente por motivos de seguridad.
Lógicamente van más seguros por el mismo que por la carretera salvo que su presencia esté justificada por algún desvío o algún tipo de giro, de la misma manera que los coches no pueden usar el carril bici.
En cualquier caso actitudes más que reprobables la del conductor del coche y la de los ciclistas que podía haberle costado una sanción a todos, porque un comportamiento así en la carretera está recogido como una infracción grave por poner en peligro la seguridad.