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02 de mayo de 2024

Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Sánchez SL, Agencia de Colocación

Colocar a un amigo del baloncesto que es policía municipal como director de seguridad de la SEPI refleja a un presidente que ejerce el nepotismo sin pestañear

Actualizada 09:34

De Sánchez siempre cabe esperar un algo más. Nunca defrauda a la hora de triturar las convenciones que venían marcando las buenas prácticas políticas en España y la higiene pública. Este periódico revela hoy, en una información que firma Alejandro Entrambasaguas, un caso de nepotismo de libro, ejecutado además con tal descaro que en una democracia más sana se abriría un profundo debate sobre la integridad e idoneidad del presidente del Gobierno.
Sánchez ha aprovechado su cargo para crear un puesto a dedo en la SEPI para uno de sus amigos de juventud, un ex compañero de equipo de baloncesto en el Estudiantes, llamado Luis Miguel Fernández Aparicio. Mientras la vida de Pedro acabó orientándose hacia la política, su amigo Luis Miguel se convirtió en policía municipal en Madrid. Pero su espigado compañero de canasta no se olvidó de él y cuando alcanzó la secretaría general del PSOE lo convirtió en jefe de seguridad del partido. Si ese hecho ya es llamativo, lo grave estaba todavía por llegar. En marzo de 2020, en medio del desconcierto del inicio de la pandemia, Sánchez promocionó a su amiguete a jefe de seguridad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales ( SEPI), un cargo que jamás había existido en la estructura directiva de esa entidad, encargada de gestionar las empresas públicas españolas.
Estamos ante un caso de enchufismo perpetrado sin pestañear. Un puesto directivo creado de la nada y entregado a dedo, sin ningún tipo de concurso público, a un viejo amigo del presidente del Gobierno. Es además la segunda vez que ocurre, pues Sánchez ya se inventó en su día un cargo público para el arquitecto Iñaqui Carnicero, un íntimo que había tenido que emigrar a Estados Unidos por falta de trabajo en España. Sánchez SL, Agencia de Colocación.
Sí, evidentemente: en el Reino Unido, Alemania o Países Bajos una picaresca así le costaría el puesto al mandatario. Aquí los medios oficialistas correrán un tupido velo de silencio y una parte del gran público se resignará con un suspiro y musitando: «Bueno, otra de Sánchez…». Esperemos que la oposición esté a la altura, que acierte a hacer ver a los españoles que tenemos un presidente del Gobierno que se dedica a regalar empleos públicos de nuevo cuño a sus amiguetes de la adolescencia, costeados por los impuestos de todos.
Mentiras en cadena, indultos a golpistas, rehabilitación de los etarras, asalto a la justicia, trucaje de los datos del paro, nepotismo sin complejos… Han ocurrido tantos dislates desde 2018 que semeja que en España ya da todo un poco igual. Pero me atrevo a vaticinar que habrá toña del PSOE en los comicios de mayo. Como diría el clásico Cicerón, el personaje ha abusado demasiado de nuestra paciencia. Y eso al final siempre se acaba pagando, por muchas toneladas de propaganda con que se intente tapar el bidón de la basura.
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