El Rey desnudo en el Constitucional
Con todos los datos en la mano, considero un error asegurar que el Constitucional dio marcha atrás gracias a la Fiscalía
Cuando se analiza este tiempo político tormentoso y confuso que nos ha tocado vivir, parece aconsejable situar en su justo lugar algunos hechos, ya que el abuso mediático de este Gobierno puede amplificarnos la confusión, deformar la realidad y llevarnos al esperpento. Viene a cuento el exordio por la decisión del Tribunal Constitucional de desestimar la intención del PSOE de llevar a cabo un recuento de los votos nulos en Madrid. Un asunto menor, a tenor de lo que nos estamos jugando en otras materias que atañen al orden constitucional y que, además, podría salirle mal al propio PSOE a la hora del recuento. Es decir, que el TC, dominado por los izquierdistas, está sacando pecho por esta cuestión, tal vez para justificar futuras tropelías, que, seguro que vendrán, conociendo la trayectoria de algunos de los miembros de ese Tribunal.
Para entender lo anterior, sería bueno poner sobre la mesa y analizar los siguientes hechos:
1. La Junta Electoral de Zona, la Junta Electoral Central –ambas formadas por magistrados– y el Tribunal Supremo ya se habían manifestado con toda claridad al respecto, negando la posibilidad de ese recuento.
2. La ponente encargada del asunto, Laura Díez Bueso, de corta trayectoria y muy contaminada por pasar directamente de la Moncloa al TC, se permitió rechazar el informe de su letrada, Gema Díez, que concluía la inadmisión a trámite. Forzó, entonces, la máquina para que otro abogado del Estado, que se había traído ella de su equipo de la Moncloa, elaborase un informe contrario a las tesis de su letrada, Gema Díez.
3. La Fiscalía del Constitucional solicitó la admisión del recurso y días después esa misma Fiscalía pidió su desestimación. Sin ser juristas, sabemos que no es lo mismo la admisión a trámite que la resolución, pero no huele bien. Da la impresión de que alguien decidió que esta cuestión menor, si tenemos en cuenta amnistía y referéndum, se ha utilizado para dar un ropaje de falsa imparcialidad para contrarrestar las futuras críticas.
Con todos los datos en la mano, considero un error asegurar que el Constitucional dio marcha atrás gracias a la Fiscalía. A nada que uno aplique sentido común y un mínimo de perspicacia, esto se orienta más a tratar de ganar credibilidad y fuerza moral ante decisiones trágicas para la democracia española y que nos van a colar por la puerta de atrás de una reinterpretación de la Carta Magna. Hoy en día, amnistiar a los implicados en el golpe catalán del 1 de octubre de 2017 y permitir un referéndum en Cataluña es abiertamente inconstitucional. Pedir revisar unas actas por un escaño, después del pronunciamiento de tres instancias, es, sencillamente, trumpista. Y es que lo más parecido a Trump que hay por ahí es Sánchez.
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