¿Existe la ultraderecha?

Vaya por delante que no estoy de acuerdo con la mayoría de las propuestas de Vox.

Cuando yo era niño, en las alineaciones de los equipos de fútbol se decían de carrerilla los cinco delanteros; por ejemplo, los «cinco magníficos» del Real Zaragoza allá a principios de los 60: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. O sea, extremo derecho, interior derecho, delantero centro, interior izquierdo y extremo izquierdo.

Este esquema se ha extrapolado a la política actual: extrema derecha, derecha, centro, izquierda y extrema izquierda. Pero ¿realmente esto es así?

El análisis, obviamente, es mucho más profundo, pero se puede hacer una aproximación. Veamos: empecemos por el «centro»: «El centrismo no es una ideología (…) es una voluntad. La voluntad de evitar cualquier exageración. La voluntad de sacar el mejor partido de las cosas sin prejuicios doctrinarios». (M. Rajoy, 21 de junio de 2008). Concepto muy lejano de aquellos que se autoproclaman centristas (Pedro Sánchez, 18 de abril de 2022) pero que realmente actúan y representan la izquierda más pura.

Sí; la izquierda sí existe; son los herederos, más o menos disfrazados, del marxismo-leninismo del s. XX, donde papá Estado se ocupa de todo y al pueblo fiel sólo le queda callar, obedecer y dejarse hacer.

¿Y la derecha? Esa sí que no existe como tal, porque en ella se engloban, entre otras, ideologías tan dispares como los conservadores de siempre, los de «¿para qué cambiar el status quo de las cosas?», o los liberales, que defienden que cada cual peche con su vida como mejor pueda (el crecimiento de las desigualdades está servido).

Y a la extrema derecha se la asocia con los nazis, o sea, con el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Contradictorio, ¿no?