La hora del cambio

Es la hora del cambio según ha pontificado Miriam Nogueras, la lugarteniente de Puigdemont en Madrid. Se han evaporado los célebres 7 votos, 7, que administraban el oxígeno a la deteriorada existencia de Sánchez. Puede que Miriam hasta cambie de look, porque hay que dar otra imagen, por la presión de Alianza Catalana, la extremísima derecha separatista. Ya solo le queda a Sánchez hacerle arrumacos a Yoli para que no le abandone, ya que la Belarra le ha dicho también adiós. Le queda engordar aún más a VOX, esos patriotas orbanescos, que suele utilizar de báculo, porque tiene comprobado que el partido de Abascal, que utiliza la estrategia del miedo con la inmigración, en verdad causa miedo a muchos españoles, pero que por lucir el traje de rechazar a Sánchez está convocando a muchos jóvenes que por la falta de estudios de Humanidades, y ser adoctrinados por Tik Tok, aún no han sabido por donde pasa el Tajo además de por Aranjuez. Confía además en disgregar al PP, porque sabe -que no es tonto- que en la máxima «divide y vencerás» -que no se ha aprendido Abascal- están sus posibilidades de éxito. Hora del cambio, sí, pero Sánchez tratará de retrasar el reloj.