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Cartas al director

El cuerpo de veterinarios titulares

Con el resurgir de la peste porcina africana me ha venido a la mente una de las injusticias más grandes que, en mi opinión, ha cometido el Gobierno de Pedro Sánchez. A pesar de que desde el Ministerio de Sanidad se le reclaman plazas para el cuerpo de veterinarios titulares, el Gobierno excluye todos los años a los veterinarios titulares. En el mundo sanitario, todo el mundo sabe que los veterinarios titulares son los mejores expertos en todo lo que afecta a la peste porcina (y a la salud pública en general), pese a lo cual son despreciados por el Gobierno de Sánchez. El Gobierno solo oferta cientos y cientos de plazas a otro cuerpo –el nacional veterinario–, que se ocupa, principalmente, de la vertiente económica de la política veterinaria.

Por cierto, el ministro de Agricultura, Luis Planas, que es el que se lleva todas las plazas de veterinarios, dice ahora que le preocupan mucho las «repercusiones económicas» derivadas de la crisis de la peste porcina africana, lo que cuadra con el hecho de que se hayan olvidado de los veterinarios titulares, adscritos al Ministerio de Sanidad. Pero es que esa preocupación del ministro Planas choca con el Tribunal Supremo, que sentenció al ministro, recientemente, por no preocuparse, en absoluto, de las repercusiones económicas que sus decretos tienen en el sector porcino (Sentencia de 3 de noviembre publicada en el BOE del 21 de noviembre de 2025).

En fin, el ministro de Agricultura también nos toma el pelo, como Sánchez. En realidad, todo el mundo sabe lo que este Gobierno piensa del Tribunal Supremo y de sus sentencias: bulos, fango y lawfare. Mientras tanto, los jabalíes siguen a sus anchas, desde hace mucho tiempo intocables por teorías ecologistas. Y los veterinarios titulares, mermados, apartados y esperando que el nuevo Gobierno, cuando llegue, los recupere. Ya tuvo que recuperarlos el PP de Aznar en su día, habiendo sido fundamentales para combatir las vacas locas.