Feijóo debe actuar
En la vida hay que mirar al frente y no a los retrovisores a derecha e izquierda pues los accidentes siempre vienen de forma frontal
Efectuados ya todos los análisis posibles de las pasadas elecciones a pesar de los valores y espíritu vacacional de agosto, empezamos ya a sufrir las consecuencias del drama pues con insinuaciones unos y meridianas exigencias otros vamos teniendo muy claro la que se nos viene encima.
No sé si los españoles de bien que amamos y estamos dispuestos a defender nuestra nación andamos de vacaciones, pero lo que sí puedo asegurar es que los otros están más activos que nunca en el ensamblaje de las piezas que deben mantener a Sánchez en Moncloa.
Los comunistas y residuos podemitas lo tienen muy claro y solo deben asegurar flecos acerca de ministerios, parcelas de poder, sueldos, blanqueo de cajeras y restitución de la cuchipandi pues están ya muy bien acostumbradas al glamur, al lujo y al placer a costa del erario público y de los trabajadores.
Los sindicatos y sus dirigentes que jamás han trabajado lustran ya las pinzas para el marisco que por supuesto recogen otros jugándose la vida. En España no harán falta huelgas porque iremos en moto y como una moto.
Pero lo verdaderamente preocupante son todos los demás sumandos, residuales pero sumandos, que calculadora en mano ofrecen el sillón de Moncloa a cambio de simples bagatelas de nada como referéndums, amnistías e independencias varias, nacionales como económicas.
No seamos ingenuos pues ERC y Junts son lo mismo, solo les importa lo mismo, la independencia, su liberación, el catalán, la amnistía de sus fechorías y también saben que la ruina, aunque siempre dignamente llorada por el acoso español. La cobarde burguesía mirando al cielo y repletos sus bolsillos, los malignos instigadores del procés y la independencia, uno apurando su último soplo de vida sin haber entrado en la cárcel después del latrocinio cometido por su familia, y otro navegando tan ricamente por baleares como un chulito de altiva mandíbula.
Y los demás, pequeñitos irrelevantes, ojos locos, mochos coronados o payasos de salón no son más que títeres y personajes de guiñol que se apalean entre ellos y a todos los demás a gusto de la mano que maneja el muñeco.
Y todos los españoles tragando eso y a esa cuadrilla que además exige el perdón de la deuda catalana con el FLAP, generada por despilfarros, corruptelas y malversaciones de todo tipo. ¿Me pregunto si todas las comunidades van a disfrutar de idéntico favor o van a sublevar sus territorios contra la persona que va a aceptar la extorsión a cambio de los tornillos de su sillón?
Entender al PNV es como entender el vascuence, es decir nada, puesto que permitir que Bildu les birle la cartera, el poder y los gobiernos vascos, los otrora valores del conservadurismo cristiano peneuvista de misa y mantilla donostiarra, viéndose humillados cruelmente por terroristas e hijos de asesinos al asalto para convertir su tierra en una aldea primitiva y aislada. Que el PNV se suicide de esa manera mientras Sánchez risueño se frota las manos es algo que nunca entenderé de mis amigos vascos. Quizás se sientan cómodos en el placer primitivo, pero esa aldea que manejaban a través del trueque y los cupos como vulgares fenicios se les va a convertir en un espacio común de convivencia con asesinos, convictos y delincuentes de todo tipo. Y ya sabemos el riesgo que se corre compartiendo casa y cama con el terrorismo como célula durmiente.
En Bildu desde que saben leer ya leen mejor que otros, pero no haré comentarios por la estabilidad de mis úlceras.
Con solo esas tristezas ya basta porque lo demás son irrelevancias o abortos puntuales y efímeros pues ni coalición canaria es ya lo que era ni Teruel existe más.
Por todo ello el Sr. Feijóo tiene la responsabilidad, la obligación y la orden de los españoles de presentar su candidatura a la presidencia del Gobierno de España o volverse a Galicia con el rabo entre las piernas dando paso, no a salvapatrias sino a personas que sepan lo que tienen entre manos sin timideces ni dudas existenciales. En la vida hay que mirar al frente y no a los retrovisores a derecha e izquierda pues los accidentes siempre vienen de forma frontal.
Debe ser lo valiente que no fue en campaña para afrontar su compromiso con España pues, aun no consiguiendo su objetivo, su autoridad personal y moral se verán notablemente engrandecidas abriéndosele a su partido y al país un interesante abanico de posibilidades para enderezar el rumbo y deshacer el entuerto en breve plazo.
¡Sr. Feijóo, por el bien de España, actúe!
Mariano Gomá es presidente de Foro España Cívica
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