Josep Miró i Ardèvol y la regeneración política

Leo el día 6 de agosto en el apartado Primera Línea de El Debate, con el título Regenerar la política: Una llamada al despertar de la sociedad civil, un artículo suscrito por la más que prestigiosa firma y figura de Josep Miró i Ardèvol que en el mundo de la democracia cristiana lo ha sido todo, persona de una categoría humana sobresaliente que le otorga una autoridad indiscutible, siempre activo y reivindicativo incluso formando parte del colectivo entre otros de Treba i Pau de Barcelona.

Leyendo su artículo de referencia con el dicho sea de paso mi total y absoluto acuerdo, me sorprende, sin embargo, que en el cuerpo del texto se refiere a la sociedad civil, su necesidad máxima en los momentos políticos que atravesamos y a la acción y presencia rotunda en el rumbo y los destinos de España. Por supuesto, suscribo al cien por cien el argumentario y los deseos que en él se establecen pero, quizás no entendiendo del todo el mensaje y la letra pequeña, me da la sensación que describe un escenario como si la sociedad civil necesaria y organizada no existiera en nuestro país.

Es cierto que la ciudadanía española no está acostumbrada a la solidaridad y a la organización cosa que convierte en titánico esfuerzo la conciencia y movilización, y, por otra parte, no se dispone de apoyo y patrocinio privado alguno en el aspecto económico, pues esa independencia partidista es la esencia de la sociedad civil. Por todo ello es una quimera pensar que la voz de los ciudadanos con escasa voluntad y cero medios alcance la potencia necesaria para establecer y dirigir los destinos de un país, hoy en manos de una banda de mercenarios y filibusteros del poder.

Sorprende porque Josep Miró i Ardèvol conoce perfectamente el nacimiento y trayectoria de Societat Civil Catalana desde 2014 a 2017 en que tuvieron lugar las grandes manifestaciones de Barcelona, organización que por aquél entonces quién suscribe tenía el honor de presidir

Desde entonces con el nacimiento de Foro España Cívica que tuve el privilegio de compartir con uno de los grandes valores de la Transición Salvador Sánchez Terán, se han multiplicado los actos reivindicativos de la sociedad civil, tanto en toda España como en particular actividad en Valencia, Baleares o Canarias, así como la actividad de potentes fundaciones como Neos, Libertad & Alternativa, S’ha acabat y tantas otras que incesantemente organizan acciones, concentraciones y mensajes a toda España siempre desde la independencia partidista. Foro España al margen de sus ya prestigiosos premios bianuales a los valores ha reunido a los mejores especialistas del país en actos públicos sobre economía, educación, política del agua, instituciones, política jurídica actual y futura, etc. Si duda han acudido a cada acto los mejores. Y no hay más que consultar la y las páginas web correspondientes. Baste así mismo mencionar las manifestaciones de Cibeles, Colón, Plaza de Castilla en Madrid y tantas otras de pequeño formato en todo el país.

Coincido por tanto en que la permeabilidad y penetración en el alma de la sociedad civil no es la deseable con un gobierno enemigo de todo ello, con una clase política notablemente indocumentada y degradada, con unos medios de comunicación comprados, silenciados o doctrinalmente dirigidos salvo honrosas excepciones y finalmente con una masa ciudadana cansada, acomplejada y amenazada que mantiene una cotidiana batalla con la subsistencia económica familiar y finalmente con la sumisión del condenado. Por otra parte, el Sr. Miró i Ardèvol sabe bien que es así como las doctrinas comunistas y dictaduras necesitan tener a la ciudadanía.

En esas condiciones por mucho esfuerzo y energía que invirtamos en hacer oír la voz de la sociedad quienes todavía seguimos al pie del cañón y por supuesto seguiremos estando ahí, manteniendo la esperanza con esfuerzo, tesón, constancia y desgaste personal, porque si no seguimos nosotros parece que nadie lo hará y entonces sí que todo definitivamente estará perdido. Y somos conscientes que todo ello en gran parte solo se halla financiado por nuestros propios patrimonios quizás producto de toda una vida de esfuerzo profesional en el mundo laboral.

Ojalá que el artículo del Sr. Miró i Ardèvol y este modesto complemento sirva para despertar conciencias, reafirmar voluntades y cargar las baterías de la tregua estival pues nos espera un otoño febril y ciertamente distraído.

Podemos ya anunciar para los próximos dos meses, entre otros, el seminario titulado ¿Y después de la nación qué? O la presentación pública de la llamada Operación Dunkerque. Un objetivo común.

Por supuesto ahí estará la modesta pero muy activa sociedad civil.

Mariano Gomá es presidente del Foro España Cívica