Pablo Nuevo, profesor de Derecho Constitucional, en conversación con la ACdP
Ingeniería social
Pablo Nuevo: «La corrección política no es una moda, responde a un proyecto de dominación»
El profesor de Derecho Constitucional inauguró el ciclo de encuentros del Instituto de Estudios de la Familia CEU analizando las amenazas a la institución familiar desde el marco legislativo
«Está claro que –salvo casos patológicos– los padres quieren más a sus hijos que un funcionario, y que ellos han de definir cuál es el interés superior del menor… pero hoy se han invertido los términos», criticó Pablo Nuevo, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Abat Oliba CEU (UAO), durante su intervención esta semana de las Jornadas Permanentes sobre la Familia 2021-2022 . Nuevo lamentó que hoy la autoridad decide qué es lo mejor para los hijos, y los padres «solo pueden ejercitar los pocos derechos que les quedan mientras no se separen de lo marcado».
El también secretario general de la UAO realizaba esta reflexión durante la inauguración, esta semana, de las Jornadas Permanentes sobre la Familia 2021-2022. Organizadas por el Instituto de Estudios de la Familia CEU –una obra de la Asociación Católica de Propagandistas–, consisten en una serie de encuentros mensuales para reflexionar sobre la relación entre la familia y la corrección política, un fenómeno que «responde a un proyecto de dominación», señaló Nuevo.
En su intervención, titulada Familia y legislación, una nueva ingeniería social, el ponente señaló que «el control del lenguaje» ejercido desde el poder político «excluye» de la esfera pública visiones de la realidad y de la persona que sean distintas a las oficiales. «La corrección política no es solo una moda, tiene un carácter intensamente político», añadió.
Presión sobre la familia
En el caso de la institución familiar, Nuevo concretó esta presión de arriba a abajo en varias vertientes, comenzando por la regulación de los derechos de la infancia, con leyes como la Ley de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. «El legislador convierte al niño en sujeto autónomo, con capacidad de elevar a categoría de derecho lo que se le pase por la cabeza, coincida o no con lo que piensen sus padres o incluso aunque contradiga su realidad biológica», comentó el profesor.
El ponente también vinculó la presión sobre las familias a las leyes educativas –«Ya no se trata de adquirir conocimiento, sino de formar a personas que asuman determinados planteamientos como positivos, la llamada educación en valores», señaló– y al derecho antidiscriminatorio, con el que «se proyectan en la esfera pública manifestaciones de la personalidad de algunos para condicionar el ejercicio de sus libertades de otros».
Para el profesor de la UAO, estos elementos inciden en la propia base del Derecho, porque rompen con el principio de subsidiariedad –con casos como el ejemplo inicial– y limitan la libertad de expresión al sacar del debate público todo aquello que se etiqueta como «derecho». «La respuesta a este fenómeno no puede ser solo cultural; necesita una articulación política», concluía Nuevo.
Unas jornadas para dar la voz de alerta
Su ponencia fue la primera del ciclo, que se extenderá hasta mayo, abordando otras facetas del fenómeno, como los medios de comunicación o la Unión Europea. La directora del Instituto de Estudios de la Familia CEU, Carmen Fernández de la Cigoña, señaló que el objetivo de la actividad es «dar instrumentos, alertas y poner de manifiesto que la familia sí importa y que es fundamental para la sociedad».
Fernández de la Cigoña añadía que «no podemos dejar pasar los embates que sufre la familia». La próxima sesión será el 16 de febrero, se titulará Familia y Educación y la impartirá el presidente de la Fundación Educatio Servanda, Juan Carlos Corvera.
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