Joseph Ratzinger y santa Rosa de Lima, la primera mujer canonizada de América En su visita a Perú en 1986 como Prefecto de la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger recordó la relevancia de la santa para la evangelización de América María Curiel 23/08/2022 Actualizada 09:38 Facebook Twitter Whatsapp Whatsapp Enviar por Email «Su figura humilde y pura irradia su luz a través de los siglos sin mudas palabras; ella es el perfume de Cristo que hace resonar de sí misma su anuncio más fuertemente que a través de escritos e impresos. Así ella es también una gran maestra de vida espiritual, cuyas palabras están llenas de la profundidad de una experiencia vivida de Cristo en la consumación interior de sus sufrimientos vividos en comunión con Jesús Crucificado».Santa Rosa de Lima pintada por Bartolomé Esteban Murillo. Museo del Prado. «En su canonización, la Iglesia ha interpretado este nombre como una forma de testimonio profético y lo ha usado en referencia a una bella expresión de San Pablo, el cual dice de sí mismo que Dios había difundido el perfume del conocimiento de Cristo en el mundo entero a través de él».La muerte de Santa Rosa de Lima esculpida por Melchiorre Cafà. «Rosa de Lima puso en su vida espiritual tres puntos esenciales, que son válidos como programas para la Iglesia de hoy así como lo fueron en su tiempo. Como primer punto está la oración, entendida no como recitación de fórmulas, sino como un dirigirse interiormente al Señor, como estar en su luz, como dejarse incendiar por su fuego santo».'Santa Rosa de Lima con el Niño Jesús' de Bartolomé Esteban Murillo. «Los otros dos puntos esenciales provienen de aquí espontáneamente: puesto que ella ama a Cristo, el despreciado, el doliente, Aquel que por nosotros se ha hecho pobre, ella también ama a todos los pobres que llegaron a ser sus hermanos más cercanos. El amor preferencial por los pobres no es un descubrimiento de nuestro siglo – al máximo es un redescubrimiento, puesto que esta jerarquía del amor era bien clara para todos los grandes santos. Era clarísima sobre todo para Rosa de Lima, cuya mística del sufrimiento con todos los pobres y los que sufren, que brota de la solidaridad con el Cristo doliente».'Santa Rosa de Lima' del taller de Bartolomé Esteban Murillo. Esta obra se conserva en el Museo Lázaro Galdiano. «De aquí deriva también su tercer punto esencial: la misión. A través de sus palabras y de sus reflexiones aparece una perspectiva universalista. Ella deseaba poder ir, libre de las ataduras y de los límites que comporta nuestra corporeidad, a través de las calles de todo el mundo y conducir los hombres hacia el Salvador doliente. Rosa se expresaba de esta manera: »¡Escucharme, pueblos! ¡Escucharme, naciones! Por mandato de Cristo os exhorto«. Ahora ella está libre de vínculo de un solo lugar; ahora ella va, como santa, por las calles de toda la tierra. Ahora ella vuelve a llamar con la autoridad de Cristo a todos nosotros, a la entera cristiandad, a vivir con radicalidad a partir del centro, de la más profunda comunión con Jesús, porque sólo así y de ningún otro modo el mundo puede ser salvado».Santa Rosa de Lima pintada por Bartolomé Esteban Murillo. Esta obra se conserva en el Museo Lázaro Galdiano. «'¡Escuchadme, pueblos! ¡Escuchadme, naciones! ¡Por mandato de Cristo os exhorto!' Así nos habla ella hoy. Esta mujer es, por asó decirlo, una personificación de la Iglesia latinoamericana: inmersa en el sufrimiento, sin grandes medios exteriores y sin poder, pero aferrada por el fervor de la cercanía de Jesucristo».Santa Rosa de Lima ante la Virgen del Rosario, obra anónima que se encuentra en el Convento de Santa Teresa de Cusco Comentarios Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus.
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