La policía de la dictadura de Daniel Ortega prohibió las procesiones y la celebración de la Biblia en Nicaragua
Once pastores evangélicos a prisión sin «ninguna prueba» en Nicaragua
Después de un juicio a puerta cerrada, han sido condenados a pasar entre 12 y 15 años en la cárcel y a pagar una multa de 80 millones de dólares cada uno
Tras dos meses detenidos y apartados de familia y abogados, once pastores evangélicos han sido condenados por lavado de dinero. Pertenecientes a la organización estadounidense Mountain Gateway, han sido penados a pasar entre 12 y 15 años en la cárcel y una multa de 80 millones de dólares a cada uno de ellos en un juicio que tuvo lugar a puerta cerrada.
La Alianza en Defensa de la Libertad, ADF Internacional, quien asumió la defensa legal de los cristianos, ha denunciado la sentencia como «irregular» porque las autoridades de Managua no fueron capaces de presentar «ninguna prueba» de las supuestas actividades de las que se les acusa. Para tratar de asegurar el respeto a los pastores en la cárcel, ADF pidió la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Mountain Gateway lleva registrada en Nicaragua desde 2015, momento desde el cual se han dedicado, además de evangelizar, a instaurar iglesias, atender a los necesitados y paliar los efectos de los desastres naturales. De hecho, el pasado 2023 cooperó con el gobierno del país hasta en ocho proyectos.
«Nadie está a salvo de la persecución»
La asesora legal de ADF Internacional, Kristina Hjelkrem, asegura que es «nadie está a salvo de la persecución religiosa en Nicaragua», además de que es «devastador» ver la forma de proceder de quienes ejercen el poder.
No hay que olvidar que el obispo católico Rolando Álvarez, cuyo caso también está siendo apoyado por ADF Internacional, está exiliado en el Vaticano. Está condenado a 26 años de prisión por denunciar la falta de Derechos Humanos en sus predicaciones.
Este año ha sido el segundo consecutivo en el que Nicaragua no puede salir a las calles para celebrar sus procesiones de Semana Santa ni rezar el Vía Crucis. Por orden de las autoridades, 4.000 policías custodiaron los alrededores de los templos para asegurarse el cumplimiento de estas directrices. Las manifestaciones de fe solo pudieron acontecer dentro de los las iglesias o en sus patios.
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