«En los últimos 20 o 25 años, los demonios ya no se esconden. Ahora son más atrevidos»

Ya lo decía el apóstol Pablo: «No estamos luchando contra enemigos de carne y hueso, sino contra las potencias invisibles que dominan este mundo de tinieblas» (Efesios 6,12). Y, según el padre Robert Cruz, sacerdote exorcista y miembro de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), ese combate se ha intensificado. «En los últimos 20 o 25 años, los demonios ya no se esconden. Ahora son más atrevidos a la hora de tentar y provocar el caos», advierte en una entrevista con Rome Reports.

El padre Cruz, que inició su ministerio antes de ser llamado por su obispo a unirse a la AIE, asegura que los exorcismos no son un mito ni una reliquia del pasado. «El exorcismo aparece cuando la Iglesia pide con autoridad, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que se ayude a aquellos que están más oprimidos o atormentados a defenderse de la obra de los enemigos y a ser liberados del dominio de Satanás y los espíritus malignos», explica.

Los exorcistas, reunidos bajo la Asociación avalada por el Vaticano, coinciden en que el mundo actual se ha vuelto «neopagano». «Vivimos en una sociedad en la que se cree en todo, excepto en Dios», lamenta Cruz. Por eso considera esencial que las producciones cinematográficas retraten con fidelidad esta realidad espiritual.

La reciente película Libera Nos: El combate de los exorcistas, estrenada en España en octubre del año pasado, es, a su juicio, un ejemplo de ello. «Sí, esta película es muy importante por muchas razones. Una de ellas es que es más fiel a las enseñanzas de la fe católica. Los entrevistados son exorcistas reales, no son exorcistas falsos, son reales», señala.

El largometraje, dirigido por Giovanni Ziberna y Valeria Baldan, cuenta con la aprobación de la propia AIE, que reúne a casi 900 exorcistas de todo el mundo. El objetivo, según sus creadores, es alejarse del «aspecto horroroso y sensacionalista» que suele acompañar a los relatos sobre posesiones y mostrar, en cambio, «el gran poder de Dios, de un Dios que libera y sana».

Las armas contra el enemigo

«Lucifer, Satanás, el Príncipe de las Tinieblas y los demonios siguen sembrando el caos en nuestra sociedad y en nuestras propias vidas», insiste el padre Cruz. Sin embargo, aclara que la victoria sobre el mal no es un misterio reservado a unos pocos. «Tenemos todas las gracias que necesitamos. En particular, el sacramento de la confesión y el sacramento de la Sagrada Eucaristía. Son tan poderosos que, si los conoces, sabrás que estos son los dos sacramentos que los demonios quieren destruir y que parezcan ‘aburridos’ para la gente», enfatiza.

Para el exorcista, las armas contra el enemigo son tan sencillas como eficaces: el rosario, la oración constante, el ayuno y la vida sacramental. «Nuestra Señora, nuestra Madre–recuerda–siempre está ahí para protegernos. En muchos casos, durante los exorcismos, los demonios dicen muchas cosas viles, pero ni siquiera pueden pronunciar el nombre de Nuestra Señora».

En un tiempo en el que el mal parece mostrarse sin pudor, el padre Cruz recuerda que la fuerza divina sigue siendo inmensamente superior. Como señalan los directores de 'Libera No's, «en el exorcismo no se puede dejar de tocar con las propias manos el gran poder de Dios, de un Dios que libera y sana».