La actual embajadora ante la Santa Sede, Isabel Celaá, no ha respetado el luto riguroso que rige en una ocasión como el funeral de un Papa. Celaá ha protagonizado la recepción a la delegación española vestida con una chaqueta morada y un pantalón blanco.
Las imágenes de la recepción de Celaá junto a la Reina emérita Doña Sofía y al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, muestran a la ex ministra como la única representante española que no vestía el luto que las normas protocolarias dictan para altos mandatarios.
Según fuentes consultadas por El Debate «el color blanco (papal ) y el rojo (cardenalicio) están prohibidos en el protocolo del Vaticano. El blanco solo puede ser usado por las reinas católicas, que son tres: España, Bélgica y Luxemburgo. Se tolera a la Princesa de Lietchstein y se le discute a la de Mónaco. Además de una provocación, se trata de una descortesía».
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