El Papa Francisco durante el rezo del Ángelus en la plaza de san Pedro, en Vaticano.
El Papa expresa su dolor y preocupación por la condena al obispo nicaragüense Rolando Álvarez
Francisco también se ha referido a los ciudadanos que han sido desterrados a Estados Unidos
Francisco ha aprovechado su intervención semanal en el Ángelus del domingo ante la plaza de San Pedro para referirse a la situación de acoso a los cristianos en Nicaragua. El Papa ha reconocido su dolor y preocupación por las noticias que llegan desde aquel país y ha hecho mención expresa a la condena de 26 años de cárcel para el obispo Rolando Álvarez, «al que quiero tanto», ha dicho el Pontífice.
Desde el Vaticano, Francisco también ha hecho alusión a la «deportación» de más de 200 opositores a Estados Unidos: «Rezo por ellos y por todos aquellos que sufren en esa querida nación». Ante la situación que se vive en Nicaragua, el Papa ha pedido rezar para que se abran los corazones de los políticos y busquen la paz «a través del ejercicio paciente del diálogo».
Antes de rezar el Ángelus, Francisco también ha tenido unas palabras para las víctimas del terremoto en Siria y Turquía y ha pedido a los fieles «pensar en qué se puede hacer por ellas». Y también se ha referido a la «martirizada Ucrania», pidiendo a los responsables de las naciones «coraje para recorrer los caminos de la paz».
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