El prefecto del dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández
El Vaticano prepara un «documento muy importante» sobre la dignidad humana
El prefecto para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Fernández, ha revelado que la declaración incluirá «cuestiones morales como el cambio de sexo, la subrogación y la ideología de género»
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe está trabajando en un documento «muy importante» sobre la dignidad humana, según ha revelado el prefecto Víctor Manuel Fernández en una entrevista con la Agencia Efe. El cardenal no cree que será tan noticioso como las declaraciones anteriores –«no tenemos previstos en el dicasterio temas que puedan ser muy polémico», ha destacado–, aunque ha aclarado que el escrito en el que actualmente están preparando incluirá «una fuerte crítica a cuestiones morales como el cambio de sexo, el alquiler de vientres, las ideologías de género, etcétera», ha explicado.
Estas declaraciones llegan unos días después de que el Papa pidiese ante los miembros del Cuerpo Diplomático acreditados ante la Santa Sede «prohibir universalmente» la gestación subrogada, que calificó entonces de «deplorable». «El camino hacia la paz exige el respeto de la vida, de toda vida humana, empezando por la del niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial», comentó el pasado 8 de enero.
En la misma entrevista, el cardenal Fernández ha sido preguntado si era necesario publicar el documento en el que se permiten las bendiciones de parejas en situación irregular, como los divorciados vueltos a casar o las del mismo sexo. El argentino respondió que «hacía tiempo que muchas personas e instituciones hacían llegar preguntas sobre este tema» al dicasterio. Su objetivo ha sido el de evitar que terminara siendo un «tema central de discusión en el Sínodo, que en realidad tiene otros objetivos», ha explicado Fernández.
El interés del Papa Francisco con esta declaración, ha indicado el cardenal, estaba «en salvaguardar la libertad y espontaneidad de este otro tipo de bendiciones que son el único gesto sacerdotal que tenemos para dar a todos». Continúa explicando: «si no podemos darles la absolución, si no podemos darles la Eucaristía, si no podemos bendecirlos con un rito litúrgico, sí podemos darles una sencilla bendición pastoral: al menos decirles 'que el Señor los bendiga y los proteja' y hacer una señal de la cruz en la frente de cada uno». Para Francisco, concluye, era importante que «esta posibilidad no quedara comprometida o sometida a diversos controles eclesiásticos».
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