La misa tradicional vuelve al Vaticano después de tres años relegada

Por primera vez desde la aplicación del motu proprio Traditionis Custodes en 2021, la basílica de San Pedro volverá a acoger la liturgia tridentina en uno de sus altares principales. El próximo sábado 25 de octubre, el cardenal Raymond Leo Burke oficiará una misa pontifical en el altar de la Cátedra, dentro de la XIV Peregrinación ad Petri Sedem (Peregrinación a la Sede de Pedro) que reunirá en Roma y en el Vaticano, del 24 al 26 de octubre, a fieles de distintos países unidos en torno a la tradición litúrgica en latín.

El anuncio fue hecho por el presidente del Coetus Internationalis Summorum Pontificum, organizador de la peregrinación que nació en 2012 como un encuentro anual de católicos vinculados a la misa tradicional. La autorización de este año marca un punto de inflexión, después de que en los últimos encuentros la celebración en el altar de San Pedro resultara vedada.

En efecto, tras el decreto de la Secretaría de Estado en marzo de 2021, las peregrinaciones se vieron obligadas a relegar sus celebraciones a la pequeña capilla Clementina en las grutas vaticanas. Con la publicación de Traditionis Custodes siguió otra negativa: en 2022 y en los años siguientes no se permitió celebrar en la basílica de San Pedro, lo que obligó a desplazar las liturgias a otros templos emblemáticos de Roma, como la iglesia de la Santísima Trinidad de los Peregrinos o incluso el Panteón.

El regreso al altar de la Cátedra, espacio cargado de significado litúrgico en la basílica más importante de la cristiandad, es recibido con alegría por los peregrinos y por quienes ven en ello una señal de apertura.

Así, Roma volverá a escuchar en el corazón de la Iglesia las oraciones en latín del rito que durante siglos marcó la vida litúrgica católica. Y lo hará en el marco de una peregrinación que, pese a las dificultades, ha mantenido viva la llama de la tradición.