Un hombre cocina la cena en su apartamento

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Dieta sana

Los alimentos que debes evitar comer por la noche

La cena ha de ser ligera y debe estar libre de carbohidratos, dulces, lácteos y otras comidas que dificultan la digestión

Ya dicen los refranes que es recomendable cenar ligero. Una ingesta considerable de comida antes de irse a dormir está asociada con problemas para conciliar el sueño, pesadillas o aumento de peso.
De la misma forma que el desayuno está considerado como la comida más importante del día, ya que nos proporciona la mayor parte de nutrientes para superar la jornada, la cena ha de ser rica pero sin sobrecargarla. Estos son algunos alimentos que se deben evitar en la última comida del día:

Leche y postres lácteos

Los productos lácteos en general suelen llevar una alta cantidad de azúcar y además son difíciles de digerir, por lo que puede perturbar la digestión y causar problemas en el sueño. Por tanto, helados, natillas o un tazón de leche no son recomendables antes de ir a la cama. Es preferible optar por un yogur natural y quesos frescos, como mozzarella o feta.

Verduras

El brócoli o el repollo estarían desaconsejados debido a su difícil digestión. Asimismo, el maíz, las patatas o la calabaza contienen más calorías que otras verduras, por lo que es mejor consumirlas por el día. Es preferible escoger verduras de hoja verde, que son unas grandes aliadas por las noches por tener pocas calorías, mucha fibra y un índice glucémico bajo.

Embutidos

El chorizo o el salchichón no son unos grandes compañeros de cena. Estos contienen mucha grasa, sal y calorías, lo que puede ser una bomba para nuestra digestión. Los magros, como el jamón cocido o la pechuga de pavo, son más saludables que los grasos pero tampoco se debe abusar de ellos.

Fruta

Siempre es buena opción para casi cualquier comida. Sin embargo, hay que tener cuidado con las frutas que son ricas en carbohidratos y con aquellas que pueden aportar más calorías. Por ejemplo, el plátano, el mango o los frutos secos es mejor consumirlos durante el día y dejar para la noche otras más ligeras como el melón o la sandía. Hay que evitar también los cítricos, puesto que son muy ácidos y pueden producir ardores de estómago.

Pan y pasta

Al ser ricos en hidratos de carbono, no se queman durante la noche y pueden hacer que te despiertes de forma intermitente durante el sueño. No obstante, el pan puede consumirse en cantidades pequeñas para acompañar a la comida principal.

Pizza

Una opción sabrosa y socorrida. No obstante, es recomendable no abusar de ella, puesto que abunda en carbohidratos y grasas, algo desaconsejable antes de irse a dormir por su pesadez y difícil digestión.

Carne roja

Los expertos y las organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan consumir este tipo de carne como máximo dos veces a la semana, así que no podemos convertirla en una habitual de nuestras cenas. Debido a su elevado contenido en proteínas es complicada de digerir, por lo que siempre es mejor optar por carnes blancas en caso de que queramos cenar carne.

Chocolate

Es un alimento de un alto contenido calórico. Aunque sea un cierre de cena ideal para dejar un buen sabor de boca, es mejor comerlo durante el día para evitar problemas en el sueño, puesto que además contiene cafeína. En pequeñas cantidades (una onza) no es un problema. Pero es difícil parar una vez que empiezas.

Refrescos

Aportan muchas kilocalorías y azúcares simples que no aportan nutrientes. Además, muchos de ellos, como la cola, contienen cafeína, lo que puede derivar en insomnio.

Café

Aunque es bastante obvio, conviene recordarlo: el café no es recomendable por la noche por su alto contenido de cafeína. De hecho, no debe tomarse más allá de las cinco de la tarde y si se hace, que sea descafeinado. Según un estudio de la revista Science, esta bebida afecta drásticamente al ritmo circadiano y puede retrasar el ciclo de sueño hasta 40 minutos.
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