Distinguir la izquierda de la derecha no siempre es sencillo

Distinguir la izquierda de la derecha no siempre es sencilloGTRES

¿Por qué a algunas personas les cuesta distinguir entre izquierda y derecha?

Es bueno saber que no eres el único con este problema, según un estudio

en enero del año 2000 dos médicos del Hospital Prince Philip en Llanelli, en Gales, extrajeron por error el riñón izquierdo de un paciente en lugar del derecho, lo que llevó a su muerte. Los procedimientos equivocados representan algunos de los errores más graves en el cuidado de la salud.
Partiendo de la evidencia de que una proporción significativa de la población experimenta dificultades en la discriminación izquierda-derecha (LRD), investigadores de la universidad de Leiden y Utrecht trataron de averiguar qué hay detrás de esta común confusión. En el estudio, publicado en SAGE Journals, Ineke Van der Ham, neuropsicóloga de Leiden explica: «Izquierda y derecha son simétricos por lo que no hay una diferencia muy clara entre ellos» y añade: «Casi nadie tiene un problema con arriba y abajo o delante y detrás, porque pueden ver la diferencia».

¿Qué sucede?

En el estudio entre 485 participantes un 15 % de ellos aseguró no poder distinguir entre izquierda y derecha de forma correcta mientras que el 85 % aseguró no tener problema. Sin embargo, la investigación mostró una imagen diferente.
Cuarenta y seis por ciento de los 485 participantes podría decir la diferencia, pero no menos del 42 % necesitaba ayuda para distinguir entre los dos: «Vimos que habían desarrollado diferentes estrategias» explica Van der.«Usan sus manos, por ejemplo, haciendo una forma de L con el pulgar y el índice de su mano izquierda, o recuerda cual es la mano con la que se escriben, o tal vez llevan alguna joyas a la izquierda o a la derecha como punto de orientación» añade.
Así pues los investigadores observaron que es común usar nuestros propios cuerpos cuando tenemos que decidir entre izquierda y derecha.

Conocimiento de nuestro cuerpo

En otro experimento, a los participantes se les mostró la imagen de un muñeco y tuvieron que indicar lo más rápido posible qué mano –la izquierda o la derecha– estaba coloreada de rojo. Vieron el muñeco en todo tipo de posiciones diferentes: de frente, de espaldas, con su brazos cruzados o no.

Fue cuando la muñeca estaba en la misma posición que el participante que se produjo la respuesta correcta más rápido

Para ver si eso causó confusión, los sujetos también tenían las manos cruzadas o en una posición neutral. Fue cuando la muñeca estaba en la misma posición que el participante que se produjo la respuesta correcta más rápido. No importaba en absoluto lo que los participantes hicieran con sus propias manos. Van der Ham explica que «estos resultados muestran que al indicar izquierda o derecha utilizamos principalmente nuestro conocimiento fijo de nuestro propio cuerpo. Cruzar los brazos o incluso poner las manos debajo de una manta no influyó en la prueba».

La clave está en practicar de niño

¿Por qué un grupo grande de personas no tiene problema con distinguir entre izquierda y derecha? Para Van der Ham: es probable que el proceso se volviera automático para ellos a una edad muy temprana.
Van Ham asegura: «Aconsejaría a los niños que practiquen mucho para que lo automaticen al igual que se hace con las tablas de multiplicar. Es mucho más difícil hacerlo a una edad más avanzada, así que la mejor alternativa es elegir una estrategia particular, como hacer la forma de L con la mano izquierda o recordando cuál es la mano con la que se escribe».
En cualquier caso, es bueno saber que definitivamente no eres el único con la problema.
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