Los beneficios de la siesta

Los beneficios de la siestaFlickr

Un estudio inglés echa por tierra los beneficios de dormir la siesta

Un estudio publicado en Hypertension vincula a un grupo de hombres con hábitos poco saludables de vida, que dormían la siesta, con problemas de salud

Un nuevo estudio realizado entre la población de Reino Unido asegura que la siesta puede ser un factor de riesgo que potencia la presión arterial alta y los derrames cerebrales. Según el estudio, los participantes que solían dormir una siesta durante el día tenían un 12 % más de probabilidades de desarrollar hipertensión con el tiempo y un 24 % más de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular en comparación con las personas que nunca dormían durante el día.
Lo llamativo de esta investigación, publicada en Hypertension, revista de la American Heart Association, es que la mayor parte de los que aseguraban echarse la siesta de forma habitual, sufrían de insomnio, roncaba y eran personas de hábitos nocturnos con niveles de educación e ingresos bajos.
Según todos los expertos, entre los factores de riesgo de padecer hipertensión está precisamente llevar ciertos hábitos de vida poco saludables, como beber demasiado alcohol y fumar, además de ser hombres.
De hecho, Michael A. Grandner, Ph.D., MTR, experto en el sueño y coautor del nuevo Puntaje de salud cardiovascular de Life's Essential 8 de la American Heart Association, asegura que los resultados del estudio «puede deberse a que, aunque dormir una siesta en sí no es perjudicial, muchas personas que toman siestas pueden hacerlo debido a que duermen mal por la noche. Dormir mal por la noche está asociado con una mala salud, y las siestas no son suficientes para compensarlo», asegura.
Por lo tanto, achacar a la siesta los problemas de salud de los hombres del estudio parece cuestionable y va en contra de muchos otros trabajos que afirman los beneficios de dormir una siesta corta.

Por qué hay quien necesita una siesta

Guy Meadows, especialista en fisiología del sueño y cofundador de The Sleep School, explica el porqué algunas personas necesitan hacer una pequeña siesta a medio día.
Meadows afirma que «a partir del momento en que nos despertamos, comienza a aumentar la adenosina, una sustancia química en el cerebro que es un subproducto del metabolismo. Cuanto más tiempo se permanece despierto, más adenosina se va acumulando en el cerebro, y por ello aumenta la sensación de sueño» y añade, «cuando hacemos una siesta, reducimos la adenosina, metabolizamos un poco de esta sustancia en nuestro sistema, y eso ayuda a incrementar los niveles de energía y a sentirnos más alerta y despiertos» concluye.
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