Anestesia

No se puede hablar de alergia a la anestesiaPixnio

¿Se puede tener alergia a la anestesia?

Se puede tener a alguno de los múltiples fármacos que se emplean

etimológicamente la palabra anestesia significa «sin sensación» o «sin sensibilidad» y aunque desde la antigüedad se han utilizado métodos para evitar el dolor no fue hasta el siglo XIX cuando, con los gases, nace la verdadera anestesia que se fue mejorando hasta la actualidad. En España no fue hasta 1950 cuando aparecen los anestesiólogos como médicos especialistas. En 1953 se constituyó la Sociedad Española de Anestesia y Reanimación, S.E.D.A.R.
Hay diferentes tipos de anestesia y múltiples fármacos que se emplean. La anestesia se consigue mediante la combinación de varios de ellos, y no siempre es la misma, varía en función de cada caso y situación, asegura en una entrevista con Infosalus el doctor Javier García Fernández, jefe de Servicio del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Comunidad de Madrid), y presidente de la Sociedad Española de Anestesiología (SEDAR) quien asegura que no se puede hablar de alergia a la anestesia concretamente, sino que se puede tener, de padecerla, a alguno de los múltiples fármacos que se emplean para hacer la anestesia, ya sea general, regional, o local (anestésicos locales, relajantes musculares, etc).
Esta situación es más frecuente de lo que se piensa, según reconoce este especialista, quien apunta que la incidencia general varía de un país a otro, entre 1/10.000 o 1/20.000 anestesias. «Su incidencia real puede ser superior, ya que hay reacciones tan leves que pasan desapercibidas. Otro factor que afecta a la incidencia real es que en mitad de una anestesia general el diagnóstico de estas reacciones alérgicas es aún más difícil, por lo que la incidencia real puede incluso estar en torno a 1/5.000 anestesias», apunta este especialista, informa Europa Press.

Qué es la anestesia

La 'anestesia', como se habla de forma generalizada, es un acto médico «muy complejo» y «difícil de explicar y de entender», reconoce el doctor, ya que abarca muchas áreas de la medicina de forma simultánea.
«La Anestesiología ha evolucionado en las últimas décadas a la Medicina Perioperatoria, que se encarga de realizar desde la preparación y optimización del paciente, antes de la cirugía, así como de garantizar la seguridad y el confort del paciente dentro y fuera del quirófano», agrega.
También son su misión las sedaciones anestésicas, y finalmente continúa garantizando la seguridad en los cuidados después de la cirugía, en las URPAS o despertares y en las UCI de anestesia, según la patología, aclara este experto. Finalmente, el presidente de SEDAR mantiene que la Anestesiología se encarga del efectivo control del dolor en las unidades de dolor agudo y crónico.
«Para poder llevar a cabo todas estas funciones, el arsenal terapéutico de fármacos es muy diverso y completo (analagésicos, hipnóticos, relajantes musculares, fármacos que actúan sobre todos los sistemas y órganos: corazón, pulmón, riñones, cerebro, etc.)», detalla este especialista.

Síntomas de alergia a la anestesia

En este punto, el anestesiólogo señala que los síntomas de posible alergia a la anestesia son muy variados, tanto en el tipo de síntomas como en la intensidad del cuadro:
Los síntomas más frecuentes de las alergias a medicamentos son:
  1. Síntomas cutáneos (rash/urticaria, manchas rojas de la piel),
  2. Síntomas respiratorios (broncoespasmo -dificultad para respirar)
  3. Digestivos (diarrea)
  4. Hemodinámicos (baja la tensión arterial y sube la frecuencia cardiaca)
  5. Neurológicos (pérdida de conocimiento).
Además, ve muy importante saber que si estos síntomas comienzan en mitad de una anestesia general, el hacer un diagnóstico precoz es muy difícil, ya que el anestesiólogo pierde la posibilidad de ver la piel del paciente por estar cubierto con los paños quirúrgicos.
«Al estar inconsciente el paciente no te puede contar si tiene síntomas digestivos, ni neurológicos, lo único que nos suele quedar al anestesiólogo para detectar una reacción alérgica es que se llegan a problemas de hemodinámica (bajada de la tensión o aumento de frecuencia cardiaca), y los síntomas respiratorios, aunque solo podemos detectar un aumento de las presiones en el respirador. Toda esta serie de limitaciones hace que sea para los anestesistas muy complicado hacer un diagnóstico precoz y, sobre todo, es más difícil de diagnosticar en quirófano las reacciones más leves», admite el presidente de SEDAR.

Qué hacer

Lo primero y más importante, en su opinión, es interrumpir cualquier administración de todos los fármacos que en ese momento se estuvieran administrando; pero también si estaba recibiendo sangre o si hay contacto con látex.
«Esto es lo más importante de todo: eliminar cualquier sustancia potencial (fármacos, sangre, látex) que pueda ser causa de alergias. Entonces, se notifica al cirujano y se decide si parar intervención y estabilizar al paciente. Pero esto es muy complejo, ya que depende de muchos factores, como por ejemplo de la situación en la que se encuentra la intervención, de la situación del paciente, y de muchas otras circunstancias», explica el doctor Javier García Fernández.
Según la gravedad de los síntomas, indica que se puede hacer un tratamiento conservador sin necesidad de aplicar muchos fármacos, o bien por el contrario tener que llegar incluso a la administración de adrenalina intravenosa, actualmente el fármaco más potente, e indicado en las situaciones más graves.

Si una persona tiene alergia a kiwi o a los frutos secos puede que tenga una alergia al látex que está presente en los guantes de quirófano

En último lugar, el jefe de Servicio del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid ve igualmente importante que en las consultas de preanestesia los pacientes presenten su historial completo de reacciones previas alérgicas, no solo a fármacos, sino a cualquier otra sustancia o a diversos alimentos.
«Ponemos algunos ejemplos: si una persona tiene alergia a kiwi o a los frutos secos puede que tenga una alergia al látex que está presente en los guantes de quirófano y generar un reacción alérgica intraoperatoria. O si el enfermo tuvo una reacción adversa a una transfusión, también debe decirlo por la posibilidad potencial que pueda ocurrir en un quirófano», resalta este experto.
Por tanto, el presidente de SEDAR ve de vital importancia que el paciente informe al anestesiólogo de cualquier tipo de reacción adversa a medicamentos o a cualquier otra sustancia que haya tenido previamente, de forma que el anestesiólogo verá si está indicado o no hacer pruebas específicas.
«Hay que dejar claro que no están indicadas la realización rutinaria de pruebas de alergia a fármacos anestésicos si no ha existido previamente ningún antecedente de reacción clara a alguno de estos fármacos, no solo no sirven para nada, si no que aumentan los riesgos de tener reacciones graves en la próxima anestesia», admite el doctor Javier García Fernández.

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