«¿En qué punto quiere la carne?» Esta es una pregunta clásica cuando se pide una hamburguesa en un restaurante sin embargo, según los expertos, este tipo de carne, aunque sea de la mayor calidad, debe cocinarse por completo, nada de 'al punto' y mucho menos 'poco hecha'.
Las hamburguesas que se sirven crudas o poco cocidas pueden contener bacterias dañinas que podrían causar intoxicación alimentaria.
La hamburguesa, siempre muy hecha
Los expertos señalan que existe diferencia entre comer un corte de carne crudo o poco hecho respecto a una hamburguesa. Un chuletón, por ejemplo, se puede comer poco hecho porque en este caso las bacterias dañinas suelen estar en la superficie y mueren cuando se quema por fuera, lo que hace que el filete, solomillo o entrecot sea seguro para comer aunque se quede crudo por dentro.
Cuando la carne se pica para producir hamburguesas, cualquier bacteria dañina de la superficie de la carne cruda se propaga por toda la hamburguesa. A menos que la carne picada se cocine por completo las bacterias pueden permanecer vivas en el interior. Esto se aplica a todas las hamburguesas, incluidas las hechas con carne de buena calidad. Es por eso que debe servirse bien cocinada, mientras que un filete puede servirse poco hecho.
Las principales bacterias patógenas en carne cruda son Escherichia coli, presente sobre todo en la carne picada; Salmonella, otra de las principales bacterias asociadas a la carne poco hecha o cruda; Campylobacter jejuni o Listeria monocytogenes. Estos microorganismos suelen crecer de forma rápida cuando la carne no se refrigera.
Cocinar alimentos a altas temperaturas generalmente mata las bacterias contenidas en los alimentos. Sin embargo, las bacterias pueden haberse propagado por las superficies donde ha estado en contacto. Para evitar riesgos de intoxicación alimenticia los expertos recomiendan: