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María Leyva, farmacéutica: «Consumimos menos magnesio del que deberíamos»
María Leyva López es farmacéutica experta en dermocosmética y especialista en nutrición y salud hormonal femenina
La labor de un farmacéutico va mucho más allá de la dispensación de medicamentos. Tiene la capacidad de asesorar a los clientes tanto con la compra como la ingesta de fármacos o suplementos. Para explicar la diferencia entre prebiótico o probióticos, los distintos tipos de suplementos o qué hacer ante una alergia, la farmacéutica experta en dermocosmética y especialista en nutrición y salud hormonal femenina María Leyva López, da las claves.
— Cómo saber cuándo tengo que tomar prebióticos o probióticos
— Lo cierto es que los probióticos («microorganismos vivos (y buenos) que administrados en la cantidad adecuada proporcionan beneficios para la salud del huésped») y, sobre todo, prebióticos (el alimento de las bacterias buenas), si tenemos una dieta equilibrada, con aporte adecuado en legumbres, cereales integrales, como el centeno, algunas frutas y verduras: espárragos, cebolla, ajo, puerro, por poner algunos ejemplos, obtendremos prebióticos de manera diaria. Igual sucede con los probióticos, que nos son aportados a través de ciertos alimentos: kéfir, kombucha, miso… Aunque los probióticos suelen administrarse más por medio de complementos alimenticios que nos aseguran cierta variedad de especies y en la cantidad de unidades de colonias formadoras necesarias para obtener un beneficio a nivel intestinal.
Por tanto, los podemos y debemos consumir a diario, pero si vamos más allá de la cuestión, con respecto a los probióticos, es muy aconsejable tomarlos después de un tratamiento con antibióticos, para restaurar esa flora intestinal dañada por ese medicamento; o en procesos diarreicos y también en estreñimiento, por lo que es muy importante estar bien asesorado y tomar el idóneo para cada caso.
Si se quiere tomar de manera paralela durante el uso de antibiótico porque este nos esté causando diarrea, el más recomendable es la levadura Saccharomyces boulardii porque, aparte de mejorar el estado diarreico, no se van a contrarrestar los efectos antibiótico/probiótico. Tras finalizar el tratamiento, sí que se podría tomar un probiótico de varias cepas de Lactobacillus o Bifidobacterium, para restablecer y equilibrar la flora intestinal.
En determinadas ocasiones, de estados de estrés, en personas a las que los nervios les afectan a nivel digestivo, también los aconsejo, sobre todo si llevan asociadas vitaminas, como la D, para reforzar a nivel inmunológico también.
No podemos olvidar que hay probióticos específicos para flora vaginal, dermobiota, cavidad bucal… Es un universo muy amplio y por ello hay que recibir consejo de gente formada en él y no tomar cualquiera.
— Qué tomar para sobrellevar la astenia primaveral
— Se puede tomar un multivitamínico (vitaminas más minerales), y como eso a veces nos resulta insuficiente, sería magnífico si va acompañado de extracto de ginseng, para aportar energía y contribuir a la capacidad de resistencia mental y física. Otros recomendables pueden contener Theobroma cacao, como energizante. Otros pueden llevar jalea real, guaraná. Además del reishi (hongo) combinado con la vitamina C, aparte de reforzar el sistema inmunitario y a proteger a las células del daño oxidativo; ayudan a reducir la fatiga y el cansancio.
A algunas personas la astenia primaveral les causa estrés, y en este caso sería recomendable un adaptógeno, por ejemplo: Eleuterococo, Ashwaganda, Rhodiola…
Asimismo, y no puedo obviarlo, es fundamental y muy importante llevar un estilo de vida adecuado, en cuanto a alimentación, hidratación, actividad física y descanso nocturno. Establecerse horario para comidas, sueño... Equilibrar todo esto más un buen suplemento, si se precisa, ayudarán a combatir ese cansancio y fatiga.
Me parece muy necesario hacer hincapié en la importancia de dejarse asesorar por un farmacéutico, porque lo que le conviene a una persona, a lo mejor para otra, no es idóneo. Hay que dejarse aconsejar para así encontrar el suplemento que más le convenga a cada paciente.
— Para reforzar la memoria, ¿existe algún suplemento que realmente funcione?
— Sí, los omega-3. Nos referimos a EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), además de todas las propiedades como antiinflamatorios y para mejorar la salud cardiovascular, ayudan a reforzar la memoria y mejorar las funciones cognitivas. Por lo tanto, son muy importantes en el desarrollo cerebral, desde el inicio de la vida en el vientre materno. Son esenciales también en la señalización neuronal. Algunos suplementos llevan también fosfatidilserina y fosfatidilcorina cuyo fin es favorecer el rendimiento cognitivo.
Por otro lado, no podemos olvidar los extractos de las hojas del árbol Ginkgo biloba, que favorecen la microcirculación a nivel cerebral, mejorando y reforzando la memoria.
— Se ha puesto de moda el magnesio, ¿cómo saber si realmente lo necesito?
— La sobreexplotación del terreno ha derivado en una disminución de las concentraciones de magnesio en los alimentos (los suelos de cultivo son más pobres en minerales). Esto, unido a un bajo consumo de verduras verdes nos lleva a concluir que consumimos menos magnesio del que deberíamos, siendo un mineral muy relevante, esencial, y que interviene en múltiples procesos de nuestro organismo: ayuda a la circulación de la vitamina D en sangre, para la fatiga muscular, en la relajación y para dormir mejor, contribuye a una buena salud ósea y muscular… Por lo que no estaría mal consumirlo mediante suplementación.
El exceso de información en redes ha provocado el boom del magnesio y en las farmacias lo estamos notando.
Lo importante es saber para qué lo queremos o necesitamos. El magnesio por sí solo no se absorbe, así que se formula (destaco estas cuatro formas, aunque hay otras: óxido, citrato, bisciglinato, malato de magnesio) y según cómo esté formulado, tendrá un beneficio u otro. Citrato y óxido irritan la mucosa intestinal, por lo que ejercen un efecto laxante, adecuado para personas que padecen estreñimiento. El bisciglinato induce el sueño y la relajación. El malato lo centraríamos más para personas deportistas, ya que ayuda a un buen funcionamiento de la musculatura y genera mucha energía.
Por tanto, nos podemos guiar por esas sintomatologías (estreñimiento, cansancio, fatiga, cefaleas, migrañas, insomnio, calambres musculares, contracturas, dolor articular y muscular…) y en cómo nos puede ayudar el magnesio para saber si realmente necesito tomarlo.
— Qué suplemento recomendaría cuando no se consigue conciliar el sueño
— Empezamos la casa por los cimientos y siempre la primera línea de elección debe ser la natural.
La tan mencionada y reconocida melatonina. No solo nos ayuda a conciliar el sueño, sino que tiene propiedades antioxidantes y, de hecho, últimamente se está utilizando también en el mundo de la dermocosmética.
La melatonina es una hormona que sintetizamos nosotros de manera natural, pero por distintos factores, como la edad, el estrés crónico (exceso de cortisol), la sintetizamos en menor cantidad, conllevando una peor calidad del sueño y/o insomnio. No genera adicción ni dependencia, ni provoca que nos levantemos adormilados, o con 'resaca'.
Lo reseñable es que no solo debemos prestar atención al momento de tomar el comprimido de melatonina, sino que deberíamos ayudar a nuestro organismo a regular el ciclo circadiano. ¿Cómo? Intentando cenar antes de que anochezca, no irse a dormir inmediatamente después de cenar, sino que es recomendable esperar dos horas para realizar la digestión; no ver películas o series de acción, ni exponerse a pantallas durante mucho tiempo antes de dormir.
Bisciglinato de magnesio junto a vitamina B6, como hemos mencionado previamente, el bisciglinato de magnesio mejora la conciliación y calidad del sueño. Nos relaja. Y asociada a la vitamina B6 se potencia este efecto.
En cuanto a fitoterapia, hallamos múltiples opciones: valeriana (relaja), pasiflora (facilita el sueño), amapola de California (contribuye a un sueño de calidad y reparador), espino blanco (calma las palpitaciones), melisa (ayuda a mantener un sueño reparador durante toda la noche).
Últimamente, encontramos gran cantidad de suplementos en los que se asocian la melatonina con algunas de estas plantas medicinales, y se presentan en distintas formas farmacéuticas. Asimismo, algunos de ellos contienen triptófano, un aminoácido esencial precursor de la serotonina, a partir de la cual se sintetiza en el organismo melatonina. Se ha de tener en cuenta que aquellos complementos que lleven triptófano no están indicados en pacientes con tratamiento para la depresión. Por ello, quiero insistir y finalizar diciendo algo que he repetido a lo largo de la entrevista: es muy importante pedir y recibir consejo de un farmacéutico para que le recomiende el suplemento más acorde a sus necesidades. Desde el mostrador tratamos de acercarnos a cada paciente y procurarle un tratamiento personalizado, idóneo y adaptado a sus requerimientos.