
Comer un puñado de nueces al día puede tener un impacto significativo en la salud a largo plazo
El consumo de nueces reduce la inflamación y el riesgo de cáncer de colon
La incorporación de un puñado al día puede ser una estrategia eficaz de prevención
las nueces son un fruto seco que ofrece múltiples ventajas para la salud. Son un buen aliado contra el colesterol malo gracias a las grasas poliinsaturadas, son beneficiosas para la salud cardiovascular y estimulan la actividad del cerebro por su alto contenido en vitaminas del grupo B, ácidos grasos Omega 3 y fósforo. También contribuyen a la relajación muscular y la recuperación tras el ejercicio físico, por lo que están altamente recomendadas para aquellos que practican deporte. Además, su alto contenido en vitamina E repercute positivamente en la piel, ya que ayuda a restaurar la humedad y proteger la dermis.
Un reciente ensayo clínico liderado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut, y publicado en la portada de la edición de abril de Cancer Prevention Research, ha demostrado que el consumo de nueces mejora la inflamación sistémica y podría disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de colon.
Nueces contra el cáncer
Las nueces contienen elagitaninos, compuestos polifenólicos que, al ser metabolizados por el microbioma intestinal, se transforman en moléculas antiinflamatorias conocidas como urolitinas. Entre ellas, la urolitina A ha llamado particularmente la atención por sus potentes propiedades antiinflamatorias y su potencial capacidad para inhibir el desarrollo del cáncer.
«Elagitaninos presentes en las nueces tienen propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas notables, especialmente por su conversión intestinal en urolitina A», explica el Dr. Daniel W. Rosenberg, líder del estudio y presidente de la Cátedra HealthNet en Biología del Cáncer.
En el estudio participaron 39 personas entre 40 y 65 años con alto riesgo de cáncer de colon. Para garantizar resultados precisos, se pidió a los pacientes que eliminaran temporalmente de su dieta cualquier alimento con elagitaninos, antes de incorporar nueces ricas en estos compuestos como parte de un plan alimenticio cuidadosamente supervisado.
Tras tres semanas, y con colonoscopias de alta definición realizadas por expertos, se observaron cambios significativos. Se detectaron niveles más altos de urolitina A en la orina, especialmente en pacientes obesos, quienes parecían tener una mayor capacidad para producir esta molécula gracias a su microbioma. Este aumento se correlacionó con una reducción de varios marcadores inflamatorios en sangre y con niveles más altos del péptido YY, una proteína que podría inhibir el cáncer colorrectal.
Hallazgos esperanzadores
Mediante tecnologías de imágenes espaciales de última generación, el equipo analizó los pólipos extirpados durante las colonoscopias, observando que los niveles elevados de urolitina A se asociaban con una menor presencia de proteínas vinculadas al desarrollo del cáncer, como la vimentina.
Estos resultados se suman a investigaciones previas en modelos animales, llevadas a cabo por la Dra. Masako Nakanishi en el mismo laboratorio, que ya habían mostrado efectos protectores de las nueces frente al cáncer de colon.
Un puñado al día
«Nuestros hallazgos respaldan firmemente la incorporación de nueces en la dieta como estrategia de prevención del cáncer. Son una fuente accesible y natural de compuestos con potentes beneficios para la salud», concluye Rosenberg. «Comer un puñado de nueces al día es una acción simple que puede tener un impacto significativo en la salud a largo plazo».