Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid
Los universitarios miden cuatro centímetros más que las personas que no tienen estudios
Un estudio, elaborado por sociólogos de la Universidad de Jaén, establece una relación entre la altura y la clase social y el nivel de estudios
Está claro que la altura dice mucho de nosotros, pero hasta ahora desconocíamos que nuestros centímetros hablaban también de nuestra formación, ahondando en una idea que se barruntaba desde hacía tiempo: el impacto de la situación socio-económica de la persona en la salud.
Un estudio liderado por un equipo de investigadores españoles ha concluido que, entre los hombres nacidos en la década de los 90, aquellos que tienen estudios universitarios miden hasta tres centímetros más que los que se quedaron en primaria. En las mujeres, la diferencia es de dos centímetros. Pero es que la desigualdad puede irse hasta los cuatro centímetros si cogemos en la comparativa a los que no tienen ningún tipo de estudios.
El mencionado trabajo ha sido publicado en la revista especializada SSM-Population Health, y en él se observan otras conclusiones interesantes. Los investigadores han manejado miles de microdatos extraídos de varias encuestas para llevarlo a cabo. Obviamente, la universidad no te da un plus biológico, pero tu estatus social y económico media en aquellos factores que acaban influyendo, como la alimentación.
Y, sin embargo, veníamos de una situación más desigual. Así, los hombres que habían nacido en la cohorte de la década de 1940, pero que poseían un título universitario, gozaban de alrededor 4,5 centímetros más que aquellos que se habían quedado con estudios primarios.
Las mujeres con estudios secundarios nacidas entre las décadas de los 40 y los 80 son alrededor de un centímetro más altas que las que tienen educación primaria. Las que no tienen ningún tipo de estudio en su formación, son más bajas que las que al menos tienen los estudios primarios.
Los holandeses, los más altos del mundo
Los Países Bajos no hacen honor a su nombre y siguen reinando en cuanto a la altura de sus habitantes, pero incluso entre los neerlandeses se observa un estancamiento.
Los hombres de aquel país rozan los 184 centímetros de media al llegar a los 19 años, mientras que las mujeres superan los 170 centímetros, mientras que en España los hombres se quedan en 176 centímetros de promedio frente a los 162 de las mujeres.
Los habitantes del país centroeuropeo miden alrededor de 20 centímetros más que las mujeres de Guatemala (1,50) y los hombres de Timor Oriental (1,60) o Laos (1,63) al llegar a la edad adulta.
Otras conclusiones
El trabajo lleva a sus autores a concluir que si bien las desigualdades biológicas han tendido a disminuir con el tiempo entre los españoles nacidos desde 1940, los diferenciales de altura han persistido durante el proceso de modernización de España y la implementación de disposiciones de bienestar.
Los investigadores creen que la educación puede desempeñar un papel más complejo y diverso que la determinación del bienestar biológico. Las diferenciales de altura por el logro educativo pueden enmascarar las diferencias socioeconómicas reales.
Los investigadores creen que la educación puede desempeñar un papel más complejo y diverso que la determinación del bienestar biológico. Las diferenciales de altura por el logro educativo pueden enmascarar las diferencias socioeconómicas reales.
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