La sentencia condenatoria de un juzgado de Vigo al presidente de la multinacional almeriense Cosentino por las decenas de trabajadores afectados por silicosis ha colocado a esta enfermedad respiratoria en primer plano. ¿De qué se trata?
Sobre la silicosis
La silicosis es una enfermedad pulmonar causada por la inhalación prolongada y repetida de partículas de sílice cristalina, un mineral comúnmente encontrado en la tierra y en varios tipos de rocas y minerales y que se libera en el aire como polvo fino durante la perforación, corte, trituración y pulido de estos materiales.
En España, la mayor parte de los afectados se concentran en Galicia, Castilla y León y, sobre todo, Andalucía, donde tiene su sede y mayor presencia el Grupo Cosentino. Famoso por sus encimeras, la sentencia concluye que, pese a conocer los efectos adversos del silicio cristalino, presente en el cuarzo con el que fabricaban su producto estrella, el Silestone, la empresa no avisó durante años a los empleados de las propiedades dañinas de este material.
En general, los trabajos de minería, explotación de canteras, construcción de túneles y trabajo con ciertos minerales metálicos pueden ser propicios a la exposición al sílice. Al tratarse de un componente principal de la arena, las personas que trabajan con vidrio y chorreado de estas partículas también pueden estar expuestos.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas de la silicosis pueden tardar años en aparecer después de la exposición a la sílice cristalina y pueden variar según la gravedad de la enfermedad. Algunos de los más comunes incluyen:
Síntomas de la silicosis
- Tos seca que persiste durante varios meses
- Falta de aliento y fatiga durante el ejercicio físico
- Dolor en el pecho
- Pérdida de peso involuntaria
- Escalofríos y fiebre
En casos graves, la silicosis puede llevar a complicaciones serias, como insuficiencia respiratoria y enfermedades cardíacas, así como aumentar el riesgo de infecciones pulmonares como la tuberculosis.
¿Y sus consecuencias?
La sílice inhalada puede dañar los pulmones y causar fibrosis, lo que significa que el tejido pulmonar se vuelve cicatricial y rígido y dificulta la respiración.
Existen tres tipos: aguda (exposición a cantidades muy grandes durante un período corto), acelerada (exposición a cantidades moderadas durante entre 5 y 15 años) y crónica (exposición durante más de 20 años a bajas cantidades).
La forma más grave es la silicosis crónica, que puede llevar a una insuficiencia respiratoria y aumentar el riesgo de enfermedades como la tuberculosis pulmonar.
¿Qué tratamientos hay?
El tratamiento de la silicosis depende de la gravedad de la enfermedad y puede incluir medicamentos para ayudar a controlar los síntomas y prevenir complicaciones, así como terapias respiratorias para ayudar a mejorar la función pulmonar. Sin embargo, la mejor manera de prevenir la silicosis es evitar la exposición a la sílice cristalina, ya que de lo contrario podría ser incluso necesario un trasplante pulmonar.