El primer cohete español ya es una realidad: el despegue del Miura 1 fue un éxito
Lo ha hecho desde la base militar de Médano del Loro, en Moguer (Huelva), después de que el pasado 31 de mayo la misión tuviera que ser abortada ya en la fase final por fuertes rachas de viento
A la tercera fue la vencida. El Miura 1, diseñado y construido por la empresa ilicitana PLD Space y bautizado así por la ganadería brava y como símbolo de marca española, se ha convertido esta madrugada en el primer cohete privado 100 % español en ir al espacio.
Lo ha hecho desde la base militar de Médano del Loro, en Moguer (Huelva), después de que el pasado 31 de mayo la misión tuviera que ser abortada ya en la fase final por fuertes rachas de viento en altura que no garantizaban la seguridad; y de que el 17 de junio tuviera que ser cancelado de nuevo debido a un aborto automático.
El lanzamiento ha sido coordinado desde el Centro de Experimentación de El Arenosillo del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), una instalaciones próximas a la base a la que el cohete regresó en septiembre.
La empresa comunicaba esta mañana la hora prevista para este tercer intento y a las 07:00 horas el equipo comenzó con las operaciones para realizar la carga y preparación del vehículo para el vuelo; a las 15:00 horas se procedió a colocar el cohete en vertical, continuando con las operaciones requeridas.
Ya de madrugada se procedía al «go on go», un momento «crucial» de la cronología en el que se comprueba que los distintos subsistemas del cohete, así como la base de lanzamiento y la meteorología están en situación óptima.
Momentos más tarde, a través de la emisión en streaming, Sara Poveda, primera empleada de PLD Space; y Roberto Palacios, ingeniero de sistemas de Miura 5 –el cohete suborbital reutilizable que se pretende lanzar en 2025 desde la Guayana Francesa–, comunicaban emocionados el éxito de la misión.
Tras el vuelo, un equipo de PLD Space se encargará de la recogida del cohete en el Océano Atlántico una vez se haya completado el amerizaje.
Este primer vuelo, que ha puesto en valor el trabajo que allá por 2011 iniciaron en Elche (Alicante) los ingenieros Raúl Torres y Raúl Verdú con 3.000 euros que hoy día se traduce en tres sedes y más de 130 empleados, tiene como objetivo principal comprobar el funcionamiento de tecnologías clave en vuelo.
Entre ellas, el perfil de empuje del motor en condiciones de vuelo, el comportamiento aerodinámico del lanzador, el seguimiento de la trayectoria nominal, el comportamiento nominal de todos los subsistemas bajo condiciones reales y la exposición a condiciones espaciales reales.
Esto permitirá «recabar el mayor volumen de información posible para la validación y diseño de la tecnología que posteriormente se transferirá e integrará en Miura 5»; además, la misión posibilitará al Instituto de Investigación ZARM estudiar condiciones de microgravedad recopilando información necesaria para realizar experimentos científicos en futuros vuelos suborbitales.