La población de lince ibérico alcanzó los 2.401 individuos censados en 2024, un nuevo récord

La población del lince ibérico ha alcanzado en 2024 su cifra más alta desde que se realiza un seguimiento sistemático de la especie, con un total de 2.401 ejemplares censados entre España y Portugal. Así lo recoge el informe difundido este jueves por el grupo de trabajo del lince ibérico, según ha comunicado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

Este nuevo récord supone un aumento del 19 % respecto al año anterior, fruto de los datos recopilados por los técnicos de seguimiento de las comunidades autónomas y del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF) en Portugal. Para el Ministerio, estas cifras reflejan «una tendencia demográfica positiva y continuada en los últimos 20 años» como resultado de las acciones orientadas a disminuir el peligro de extinción del lince.

El documento resalta que el crecimiento no solo es numérico, sino también geográfico. Desde 2015 se constata una evolución «positiva y continua», y en la actualidad se contabilizan 17 áreas diferentes donde se produce la reproducción de la especie. El salto es significativo si se compara con el año 2002, cuando apenas quedaban 100 linces ibéricos. En 2020 ya se había alcanzado una cifra de 1.111, y desde entonces se han añadido casi 1.300 nuevos individuos, lo que arroja una media anual de crecimiento del 29 %.

España acoge la mayor parte de esta población, con el 85,3 % del total (2.047 linces), mientras que en Portugal se han censado 354 (14,7 %). En territorio español, las comunidades autónomas que albergan poblaciones estables son Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura y la Región de Murcia. Destacan especialmente Castilla-La Mancha, con 942 ejemplares (46 % del total nacional), y Andalucía, con 836 (40,8 %). En Extremadura hay 254 linces y en Murcia, 15.

Uno de los principales enclaves para la especie sigue siendo Sierra Morena, con 1.082 ejemplares. En esta zona, los linces se distribuyen entre Andalucía –con 638 ejemplares en los núcleos de Jaén y Córdoba y otros 53 en áreas de conexión– y Castilla-La Mancha, donde se registran 444 animales repartidos entre Ciudad Real y Albacete.

Hacia la recuperación demográfica

Del total registrado, 1.557 linces fueron adultos o subadultos, con una distribución equilibrada por sexo: 708 machos y 706 hembras identificadas. El informe celebra que el número de hembras reproductoras ha subido a 470 en 2024, 64 más que el año anterior. «Esta cifra se acerca paulatinamente a las 750 hembras reproductoras que se considera como uno de los objetivos demográficos a alcanzar para considerar que el lince se encuentra en un estado de conservación favorable», señala el documento.

El número de crías nacidas también ha crecido, alcanzando los 844 cachorros este año. La tasa de fecundidad se ha situado en 1,8, calculada en función del número de crías por hembra territorial. No obstante, el informe también advierte de varios desafíos pendientes. El principal, la mortalidad no natural, sigue siendo elevada: en 2024 se contabilizaron 214 muertes, de las cuales 162 (un 75,4 %) se produjeron por atropellos.

Por ello, el Miteco insiste en la necesidad de avanzar en la aplicación de la Estrategia de conservación del lince ibérico y en la Estrategia Española de Infraestructura Verde y de Conectividad y Restauración Ecológicas, con el objetivo de corregir la fragmentación de hábitats entre núcleos.

Finalmente, el Ministerio pone en valor que el crecimiento del lince ibérico se está consolidando como uno de los casos de éxito más destacados en programas de conservación de especies amenazadas, gracias al «esfuerzo coordinado» de administraciones públicas, propietarios de fincas, organizaciones sectoriales, ciudadanía y el respaldo económico de los gobiernos de España, Portugal y la Unión Europea.