Estos son los siete sonidos naturales más raros del planeta
Aunque habitualmente nos centramos en observar el medio que nos rodea, otros sentidos como el oído son esenciales para conocerlo mejor. La naturaleza emite sonidos únicos que, en ocasiones, pasamos por alto
Algunas dunas emiten un sonido grave parecido a un órgano o a un avión despegando. Se produce cuando miles de granos de arena se deslizan a la vez y vibran de forma sincronizada. Puede escucharse a kilómetros de distancia
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El rugido de las auroras boreales
Durante siglos se creyó que eran completamente silenciosas. Hoy se sabe que pueden generar chasquidos y zumbidos cuando interactúan con partículas cargadas en la atmósfera. Es tan suave que hay que estar en absoluto silencio para escucharlo
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El zumbido del cielo («Sky Hum»)
Un sonido grave y continuo que miles de personas han reportado en zonas rurales. En muchos casos, está causado por ondas atmosféricas de baja frecuencia
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El hielo «que canta» en los lagos helados
Cuando el hielo se expande o se contrae, cruje y vibra creando sonidos futuristas, casi de ciencia ficción
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El «llanto» de los bosques después de la lluvia
Los árboles expulsan aire por microfisuras de la corteza tras absorber agua. Se oye como pequeños suspiros, crujidos o golpes huecos
Imanol-Zuaznabar
Las «chimeneas» submarinas que silban
Las fumarolas hidrotermales del fondo oceánico producen sonidos parecidos a un hervidor de agua, fruto del choque entre el agua fría y las burbujas de magma. Pueden alcanzar más de 200 decibelios bajo el agua
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El sonido inaudible de las plantas estresadas
Investigaciones recientes detectan emisiones ultrasónicas cuando una planta tiene sed, está enferma o dañada. El ser humano no lo oye, pero algunos animales sí