Marruecos presume de cambiar el mercado español con sus «aguacates de proximidad» que enfurecen al campo

La competencia de Marruecos como proveedor de frutas y hortalizas para la Unión Europea (UE) hace mella en las explotaciones españolas.

Esta tensión se hace más palpable que nunca en uno de los productos más de moda en las producciones nacionales: el aguacate.

«La importación de aguacates procedentes de terceros países ha provocado la caída de la cotización del producto valenciano en esta campaña, tal y como sucede habitualmente también con otras producciones», apunta en un comunicado la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos en la Comunidad Valenciana, una de las regiones predilectas del cultivo en España.

La organización atribuye gran parte de ese importante descenso en las cotizaciones s al aumento de las importaciones. «Con los últimos datos disponibles correspondientes a enero de 2025, el crecimiento de las importaciones es de en un 68 % y si se concreta en Marruecos el aumento llega hasta el 89 % en el primer mes del año», denuncia la Unión.

La desesperación de los agricultores españoles choca con la euforia que llega desde Marruecos. «Aguacate marroquí impulsa el mercado español y ofrece alternativa competitiva», titula en una información el diario magrebí Rue20, que asevera que «el aumento de la oferta procedente de Marruecos ha contribuido a dinamizar el mercado español, ofreciendo a los consumidores una alternativa competitiva».

La positividad marroquí contrasta con las quejas de los productores nacionales. España es el país por excelencia del aguacate europeo: acapara un 77 % de la producción total del continente y sirve como puente para las importaciones que llegan desde el otro lado del charco; sin embargo, la incursión de Marruecos como potencia mundial amenaza su relevancia en el mercado continental.

Marruecos señala «la inversión y la proximidad geográfica» como claves del éxito de su aguacate, aunque los productores españoles no compran esta teoría y destacan la desigualdad de las condiciones de las plantaciones africanas, sin las mismas restricciones, ni hídricas, ni de costes y derechos laborales.

La Unión informa que el precio del aguacate de la Comunidad Valenciana, de la variedad mayoritaria y más plantada que es la Lamb Hass, se reduce a estas alturas de campaña más de un 29 %, tras pasar de una media de 2,44 euros el kilo en marzo de 2024 a solo 1,73 el kilo el pasado marzo.

Desde Marruecos se traslada que su aguacate, «en un contexto de fluctuación de precios, ha permitido estabilizar la oferta y garantizar el acceso a este producto esencial». Este argumento carece de sentido en las explotaciones españolas, donde la entrada masiva de aguacate marroquí destaca como una de las quejas más recurrentes.

«Solo desde el país vecino llegaron a España este pasado enero un total de 14.187 toneladas de aguacates. Hay que tener en cuenta que los otros dos países desde donde llegan principalmente las importaciones, Perú y Chile, están actualmente en contraestación y sus datos no son relevantes en estos momentos por ser insignificantes», indica la organización

En todo 2024 entraron en España un total de 262.071 toneladas de aguacates, lo que representó un aumento del 8 % en relación con el año anterior, cifras que se consolidan en el inicio de 2025.

Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la Comunidad Valenciana hay cultivadas en la actualidad 3.994 hectáreas de aguacate (2.205 hectáreas en la provincia de Valencia, 1.121 en la de Castellón y 668 en la de Alicante), el 18,75 % de la superficie estatal de cultivo. «Consumir aguacate de aquí favorece a nuestros productores y a los pueblos donde se cultiva, pero es que además contribuye al medioambiente porque se elimina la elevada huella de carbono que implica traer el producto desde el otro confín del mundo como sucede con las importaciones que llegan desde Sudamérica», concluye la Unión.