Varias vacas tras el incendio en el entorno de los Picos de Europa, en Tierra de la Riena, (Castilla y León)

Varias vacas tras el incendio en el entorno de los Picos de Europa, en Tierra de la Riena, (Castilla y León)Europa Press

El vacuno de carne esquiva un verano infernal para el campo y continúa con la escalada de precios

Los ganaderos disfrutan de una buena situación pese al complejo momento que atraviesa el resto del sector

Las llamas, el humo y los cientos de miles de hectáreas calcinadas son la imagen de un verano infernal en España. En lo que va de 2025, el fuego ha arrasado más de 400.000 hectáreas; es decir, casi diez veces la cifra de 2024, lo que deja un balance especialmente dramático en las zonas rurales, principales víctimas de estos sucesos.

Agosto de 2025 se ha distinguido como uno de los meses más críticos del país en este aspecto, con desastres forestales en Castilla y León, Galicia y Extremadura. La oleada de incendios, que en algunos casos ha llegado a calcinar hogares, ha puesto en jaque a aquellos que hacen de la tierra su medio de vida, agricultores y ganaderos, sobre todo.

El sector agrario se ha declarado «desbordado» ante la crítica situación que ha asolado las explotaciones, con daños que han provocado la declaración de zona catastrófica en numerosos municipios, donde se reclaman ayudas directas.

Los afectados exigen herramientas para superar lo que han calificado «una catástrofe sin precedentes», tal y como afirmó el secretario general de COAG Castilla y León, Lorenzo Rivera, que mencionaba el ejemplo de los apicultores que han visto sus colmenas reducidas a cenizas.

Lejos de esa realidad respiran los ganaderos de vacuno de carne, que pese a vivir muy de cerca el drama de los incendios –como es en el caso de Cipérez (Salamanca) área con una importante cabaña ganadera donde se han quemado más de 10.500 hectáreas en el mayor fuego de la historia de la provincia– gozan de precios récord en origen.

«El vacuno de extensivo pasta en zonas muy amplias y en la gran mayoría de los casos los animales han podido escapar con solvencia de las llamas. Apenas hay vacas muertas como consecuencia de los incendios, sí que hay una enorme pérdida de monte, de roble, de encina y de pastos que los ganaderos tendrán que cubrir de su bolsillo», señala en conversación con El Debate Juan Luis Delgado, presidente de Asaja Salamanca, vicepresidente nacional y responsable de vacuno de la organización, que ahonda en que el alza del valor del bovino es coyuntural y no circunstancial.

«La reducción de la cabaña ganadera de los últimos años y la evolución que ha sufrido el sector ha generado un panorama de encarecimiento en los mercados que por el momento no debería frenar», afirma Delgado, que descarta implicaciones de los incendios forestales para estos ganaderos: «Solo afectarán a los ganaderos de vacuno que han perdido pastos con los que contaban o mercancía que guardaban».

Las cotizaciones reflejadas en la Lonja Agropecuaria de Salamanca muestran un ascenso que se perpetúa semana tras semana.

En lo que va de 2025, solo se han registrado incrementos tanto para el bovino de carne menor de 12 meses como para la ternera mayor de 12 meses.

Estas subidas se han acentuado durante el mes de agosto, donde los incrementos han sido especialmente destacados para las hembras menores de 12 meses en la semana del 25, con subidas de 0,05 euros por kilo de canal en todas las categorías (E Especial; U Extra; R Primera; O Segunda). Los machos de la misma tipología comparten tendencia, aunque de forma más relajada, con un estirón de 0,03 céntimos por kilo en todas las categorías. El impulso recoge la inercia de la semana del 18 de agosto, en la que la inflación para las hembras fue de 0,07 euros por kilo de canal en todas las categorías, mientras que para los machos se quedó en 0,01 euros por kilo de canal.

La ternera mayor de 12 meses para carne ha engrosado su precio 0,05 euros kilo de canal en todas las categorías (Hasta 270 kilos de canal; Más de 270 kilos de canal).

«La tendencia se va a mantener porque no hay vacas y las condiciones de producción son cada vez más complejas y costosas. Es normal que los precios continúen aumentando. El encarecimiento es fruto del mercado», asevera Delgado.

La escasez de cabezas de ganado tras las pérdidas por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), la descapitalización acometida en muchas casos para sobrevivir por los altos costes y la creciente demanda aúpan unos precios que, semana a semana, marcan máximos históricos.

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