Caja de tomates
España compra cada vez más tomate, y más caro que nunca, a Marruecos
El precio medio para obtener el producto ha aumentado un 19,15 % en tan solo un año
El desplazamiento del tomate español en favor del marroquí, tanto en los lineales nacionales como en el mercado europeo, gana enteros.
Los agricultores españoles denuncian desde hace años el Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos, que según condenan hunde sus precios en origen y prima el fruto del vecino del sur.
Esta situación se evidencia en los datos, que dejan un balance cada vez más temido por los agricultores de la península ibérica: la exportación de tomate desde España a la UE ha pasado de 786.599 toneladas en 2014 a 591.098 toneladas en 2024, (excluyendo al Reino Unido) reduciéndose un 25 %, mientras que las importaciones españolas de tomate de Marruecos han crecido un 269 % en el mismo período, pasando de 18.045 toneladas a 66.624 toneladas.
La competencia desleal destaca en las explotaciones nacionales como el gran argumento para penalizar al tomate de Marruecos, ya que los magrebíes juegan en el mismo mercado pese a esquivar las leyes europeas, generando importantes diferencias en aspectos como el coste de la mano de obra o los derechos de utilización del agua; sin embargo, esta idea del tomate marroquí barato está cambiando y España cada vez apuesta por variedades con un precio superior.
«Las desventajas más pronunciadas para los agrarios españoles aparecen en labores que requieren mayor mano de obra. Ahí es imposible competir con Marruecos por una cuestión de legislación laboral», explica en conversación con El Debate Andrés Góngora, responsable estatal de frutas y hortalizas de COAG.
El representante de los agricultores apunta a la fuerte apuesta del reino de Mohamed VI por el tomate cherry en detrimento de otras tipologías más baratas y en las que hay menos margen: «Cada tomate cherry pesa 30 gramos y hasta llegar a un kilo hay que trabajar mucho más que con tomates de ensalada», explica el almeriense, que hace referencia a las cientos de hectáreas de invernaderos para cultivar cherry en el Sáhara Occidental y que se podrían estar comercializando como marroquíes, vulnerando los derechos de los consumidores tal y como recoge la sentencia del 4 de octubre de 2024 del Tribunal de Justicia de la UE .
Según los datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa proporcionados a través de DataComex, España ha importado 46.742 toneladas de tomates de Marruecos en los primeros seis meses del año, un 55,97 % más de las 29.969,16 toneladas de la referencia de 2024.
La factura semestral para España por la compra de tomate de Marruecos ha sido de 78,63 millones, un 85,49 % más cara que la del mismo período en 2024; es decir, España compra cada vez más tomate, y más caro, a Marruecos.
El precio medio de las importaciones españolas de tomate marroquí fue de 1,68 euros por kilo de enero a julio 2025, mientras que en el mismo tramo de 2024 fue de 1,41 euros por kilo, lo que representa un incremento del 19,15 % en solo un año. «Marruecos da cada vez más terreno al tomate cherry en detrimento del canario, el rosa o de ensalada. Cuanta más mano de obra requiera el producto más espacio tienen para aprovechar su ventaja frente a los productores europeos», asevera Góngora.
El sorpasso de Marruecos a España como segundo principal productor de tomate para la UE–solo por detrás de Holanda–se certificó en 2024, cuando el país musulmán vendió 579.792 toneladas de tomate al bloque europeo por valor de 999,04 millones de euros en 2024, por las 531.766,4 toneladas y 933,82 millones de euros de España.
«Las producciones españolas dependientes de la recolección a mano corren serio riesgo con el crecimiento de Marruecos, tal y como sucedió con la judía verde, que ya ha sido reemplazada en su práctica totalidad por la procedente del norte de África. El perjuicio va más allá de los precios, se trata de una sensación de indefensión total ante un caso de competencia desleal flagrante», indica el dirigente de COAG.