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27 de abril de 2024

Danionella cerebrum

Danionella cerebrumSenckenberg

El pez que mide como una uña pero podría dejarte sordo

Expertos analizan el potente aparato generador de sonido del Danionella cerebrum, capaz de alcanzar los 140 decibelios

Imagínese un motor a reacción despegando a solo 100 metros de donde está usted. Pues bien, ese ensordecedor sonido, equivalente a 140 decibelios, es capaz de generarlo, por increíble que parezca, un diminuto pez de solo 12 milímetros.
Se trata del Danionella cerebrum, una especie nativa de aguas turbias y poco profundas de Myanmar. Y, por ello, el mecanismo que le permite 'chillar' de esa forma ha sido descrito en un estudio publicado en la revista científica PNAS. No es el único: el D. cerebrum es un ejemplo de cómo los peces diminutos y translúcidos poseen un aparato especial de generación de sonido que usan −intuyen los investigadores− para comunicarse entre sí en las aguas sucias en las que viven.
«Los peces generalmente se consideran miembros bastante tranquilos del reino animal», explica en un comunicado Ralf Britz, de la Colección de Historia Natural Senckenberg en Dresde (Alemania). «Sin embargo, hay ciertas especies de peces que pueden ser sorprendentemente ruidosos. Por ejemplo, el pez Porichthys notatus macho atrae a sus hembras con un vibrato audible de alrededor de 100 hercios y 130 decibelios». Como ellos, otras especies que pueden ser extremadamente estruendosas son el camarón mordedor, que llega a los 250 decibelios al chocar sus pinzas, el kakapo no volador, cuyas llamadas de apareamiento alcanzan los 130, o los elefantes, capaces de barritar a 125 decibelios.
Otra imagen del D. cerebrum

Otra imagen del D. cerebrum

Son, en cualquier caso, animales grandes −especialmente el kakapo y el elefante− en comparación con el D. cerebrum, cuyo tamaño podría equivaler al de una uña. Por tanto, se preguntaron los autores de la investigación, ¿cómo puede una criatura tan minúscula causar tal estrépito?
Para averiguarlo, los investigadores utilizaron una combinación de vídeo de alta velocidad, tomografía microcomputarizada, análisis de expresión genética y métodos de diferencias finitas. De esta forma, descubrieron que los machos de la especie Danionella poseen un aparato generador de sonido único que incluye un cartílago que tamborilea, una costilla especializada y un músculo resistente a la fatiga. «Este aparato acelera el cartílago, que tamborilea con una fuerza de más de 2.000 gy, y lo dispara contra la vejiga natatoria para producir un pulso rápido y fuerte. Estos pulsos se unen para producir llamadas con contracciones musculares unilaterales o bilateralmente alternas», añade Britz.

El kakapo no volador, el elefante o el camarón mordedor son también especies muy ruidosas

Respecto a la forma en la que han conseguido llegar a ese volumen, los investigadores suponen que «la competencia entre los machos en este entorno visualmente restrictivo contribuyó al desarrollo de un mecanismo especial de comunicación acústica».
«Comprender la extraordinaria adaptación de D. cerebrum amplía nuestro conocimiento sobre la locomoción animal y resalta la notable diversidad de mecanismos de propulsión en diferentes especies. Esto contribuye a una comprensión más amplia de la biología y la biomecánica evolutiva», explica el equipo, según quienes los resultados del estudio desafían la noción convencional de que la velocidad del movimiento esquelético en los vertebrados está limitada por el movimiento muscular.
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