Una imagen tomada por el rover Perseverance de la NASA que muestra «manchas de leopardo» en una roca rojiza de Marte
Ciencia
Felipe Gómez, coautor del estudio que revela la posibilidad de vida en Marte: «Es lo más cerca que hemos estado»
Está previsto que el rover Perseverance de la NASA continúe buscando este tipo de muestras en el planeta rojo, a la espera de que se pongan en marcha las misiones que puedan recoger los distintos restos
«esta sería la señal más clara de vida que nunca antes hemos encontrado en Marte». Visiblemente emocionado, el administrador en funciones de la NASA, Sean Duffy, compartía el que es uno de los hallazgos más importantes desde que comenzara a estudiarse Marte gracias a los distintos vehículos –o rovers– enviados en los últimos años.
En concreto, en la tarde de este miércoles la agencia espacial estadounidense compartía detalles del último hallazgo del rover Perseverance, que lleva desde el año 2021 explorando el cráter Jezero de Marte –situado al norte del ecuador del planeta–. A lo largo de este proceso, las últimas muestras recogidas en la zona de Neretva Vallis contendrían nódulos minerales cuya composición química podría vincularse con procesos prebióticos o microbianos.
«Creemos que el hallazgo es muy importante y que es una roca que merece la pena estudiar en profundidad porque nos da una serie de características. Vemos una serie de características que nos dicen que podría ser una biofirma. Vamos a corroborarlo y demostrarlo con pruebas», declaraba a El Debate el doctor Felipe Gómez, científico del Centro de Astrobiología (CAB), perteneciente al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (INTA-CSIC) y uno de los coautores del estudio publicado esta semana en la revista Nature.
Minerales hallados por el rover Perseverance en Marte
Tal como señala el experto, los restos estaban situados en un antiguo lago, con unas reacciones que ocurrieron a baja temperatura, una condición esencial para los procesos químicos compatibles con la vida: «Tenemos una roca en contacto con agua en un ambiente habitable de origen sedimentario, es decir, por precipitación sobre el agua. Estamos viendo que fue a baja temperatura y además estamos viendo que donde está el carbono orgánico encontramos los residuos, que son la fuente, la pila que da energía a la vida».
Los primeros en recopilar datos sobre esta roca fueron los instrumentos PIXL (Instrumento Planetario para Litoquímica de Rayos X) y SHERLOC (Escaneo de Entornos Habitables con Raman y Luminiscencia para Orgánicos y Químicos) del rover Perseverance. Mientras investigaban esta zona del cráter Jezero encontraron lo que parecían ser manchas de colores, las cuáles podrían haber sido dejadas por la vida microbiana si esta hubiera utilizado sus ingredientes básicos.
«La vida necesita un ambiente acuoso y también una pila de donde sacar la energía. Esa pila son los pares redox. Es un mismo elemento que puede estar reducido u oxidado, como por ejemplo el hierro, que puede estar en estado oxidado de color rojo y el hierro ferroso que es de color azul. Entonces la vida lo que hace en ambientes extremos, las bacterias lo que hacen, es que oxidan o reducen esos elementos para ganar un poquito de energía y poder hacer su ciclo metabólico y crecer», destaca el experto.
Sin embargo, a pesar de la emoción que ha suscitado este último hallazgo, el doctor Gómez prefiere ser cauto, ya que actualmente el rover no dispone de los instrumentos necesarios para realizar un análisis de las muestras mucho más detallado.
«Como no tenemos un fósil, una bacteria que hemos visto que podemos aislarla porque no tenemos medios para ello en el rover. Estamos viendo una botella con un líquido blanco, pero no podemos decir lo que es porque no lo hemos probado. Simplemente somos cautos los científicos», apunta el investigador.
Ahora bien, una vez que conocemos los primeros detalles de estas posibles biofirmas, surge la duda de cuál será el próximo paso. En primer lugar, está previsto que el rover continúe buscando este tipo de muestras en Marte, a la espera de que se pongan en marcha las misiones que recojan estos restos marcianos.
Independientemente de los distintos trámites burocráticos y económicos que ralenticen la llegada de estas posibles biofirmas, la realidad es que se trata del hallazgo «más próximo a una biofirma que hemos estado nunca en Marte y en cualquier punto fuera del planeta Tierra».