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Ciencia

La brecha de género llega a los artículos científicos: solo el 11,5 % de los retirados por fraude son de mujeres

El estudio analiza por primera vez el componente de género en un número representativo de artículos médicos retirados de revistas de gran impacto científico

Las mujeres figuran con mucha menor frecuencia que los hombres entre los autores de artículos médicos retractados, una disparidad especialmente pronunciada cuando las retractaciones se deben a conductas inapropiadas. Esta es la principal conclusión de una reciente investigación publicada en la revista PLOS One, dirigida por Paul Sebo, investigador de la Universidad de Ginebra (Suiza). El estudio analiza por primera vez el componente de género en un número representativo de artículos médicos retirados de revistas de gran impacto científico.

Aunque existe una abundante documentación sobre las desigualdades entre hombres y mujeres en la autoría científica, apenas se había indagado hasta ahora en la proporción femenina dentro de los artículos que finalmente son objeto de retractación. Según los autores, conocer el perfil de quienes firman estos trabajos permite comprender mejor las dinámicas sociales y profesionales que intervienen en los procesos de retirada de publicaciones científicas.

En la investigación se revisaron 878 artículos retractados que aparecieron en 131 revistas médicas de reconocido prestigio, abarcando nueve especialidades clínicas distintas. En total, se identificaron 3.743 autores, cuyo género fue determinado mediante una herramienta de inteligencia artificial con un nivel mínimo de confianza del 60 %.

Los datos revelan una marcada desigualdad: las mujeres constituían solo un 23,1 % del total de firmantes, un 16,5 % en el caso de las primeras autorías y apenas un 12,7 % en las últimas. Estas cifras distan mucho de la proporción habitual en la literatura biomédica entre 2008 y 2017, donde las mujeres ocupaban en torno al 40 % de las primeras firmas. Las diferencias eran aún más notables en las retractaciones debidas a mala conducta científica, donde las autoras apenas representaban el 11,5 % en el primer puesto de la autoría. Además, ellas tenían menos probabilidades de acumular varias retractaciones a lo largo de su carrera.

Paul Sebo, autor principal del estudio, advierte que «las mujeres están sustancialmente infrarrepresentadas entre las autoras de publicaciones médicas retractadas, particularmente en los casos relacionados con mala conducta y en posiciones clave de autoría». A su juicio, estos resultados indican que «las disparidades de género en la publicación científica persisten no solo en la autoría y la visibilidad, sino también en cómo las retractaciones afectan a la carrera investigadora».

Desde una perspectiva externa, Cristina Candal Pedreira, profesora ayudante doctora en el área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela, ha valorado el estudio para el Science Media Center España (SMC), señalando que el trabajo «analiza artículos retractados por cualquier causa publicados en las 15 revistas con mayor factor de impacto dentro de nueve categorías de conocimiento» y que «las fuentes usadas para identificar las retractaciones son sólidas y combinan distintas bases de datos».

Candal considera que el estudio constata que «la proporción de mujeres autoras es menor que la de hombres», aunque advierte que esta diferencia podría reflejar en parte «la infrarrepresentación femenina en la literatura científica en general y, en consecuencia, también en la literatura retractada». También menciona algunas limitaciones metodológicas relevantes, como la dificultad de identificar con certeza el sexo de los autores: «En algunos casos no se conoce el nombre completo y, en otros, los nombres pueden ser unisex, particularmente en Asia. Estos casos se excluyeron del análisis, lo que podría introducir un sesgo de selección».

Pese a esas limitaciones, Candal sostiene que el estudio resulta «valioso en el sentido de que la identificación del sexo en publicaciones científicas continúa siendo un reto metodológico» y subraya que su principal aportación es «confirmar los resultados de estudios previos, pero con una metodología más robusta y un mayor tamaño muestral».